Es posible que para algunos el ayuno esté de moda e incluso sea todo un estilo de vida. Sin embargo, todavía hay muchas personas que no conocen sus beneficios o no están interesadas, por lo que solo recurren a él cuando es estrictamente necesario, por ejemplo, en caso de hacerse un examen de glucosa en ayunas. Es por eso que hoy compartiremos información que pueda ayudar a tener una idea más clara y tomar una mejor decisión en caso de que se esté considerando recurrir a este método para conseguir mejor salud y adelgazamiento.
Tipos de ayuno
Podemos dividirlos en 2 tipos, cuya diferencia está definida por la duración del ayuno: prolongados e intermitentes. A partir de ahí se generan combinaciones personalizadas del tiempo que van a durar, así como de los alimentos y bebidas que se vayan a incluir.
- Ayunos continuos o prolongados: en este se dejan de consumir alimentos durante un periodo no menor a 3 días. Están permitidas las bebidas, pero por lo regular se opta por aquellas que contengan pocas o nulas calorías.
- Ayunos intermitentes: la duración puede ser desde unas horas hasta máximo 1 día. El resto de las horas son libres para ingerir los alimentos que se deseen, aunque se recomienda que estos sean saludables. El más popular es el 18/6 que consiste en privarse de alimentos durante 18 horas y comer durante las 6 restantes.
Ideas de ayunos
Cada persona según sus posibilidades y necesidades puede definir su ayuno personalizado. Algunos combinan los tipos de ayuno realizando ayunos periódicos de 1 día a la semana, otros los realizan de días alternados, es decir, se programan días de ayuno completo y días libres donde se puede comer con normalidad durante todo el día.
A continuación, algunas ideas.
Ayuno de zumos
Este es un ayuno muy popular entre los jóvenes, que puede utilizarse en un ayuno intermitente o prolongado. Consiste en consumir únicamente zumos frescos de frutas y verduras durante el tiempo establecido. El propósito es obtener los nutrientes de los vegetales y frutas ahorrándole al cuerpo la energía que necesitaría para hacer la digestión. La ventaja de esto es que el organismo puede enfocarse en reparar tejidos mientras se nutre rápidamente. Algunos incluyen también infusiones y caldos.
Ayuno total
Este es un ayuno bíblico. En este el cuerpo no recibe nutrientes debido a que no se come ni bebe nada. Por lo regular tiene una duración de 6, 8, 12 o 24 horas. Es muy radical, por lo que no se recomienda hacerlo durante más de 3 días.
Ayuno parcial
En este solo es necesario privarse de cierto tipo de alimentos, el propósito es no comer en exceso o por placer. Cada persona puede elegir qué alimentos tiene el propósito de no consumir durante este ayuno. Se puede optar por beber únicamente agua con el fin de dejar descansar al organismo de bebidas azucaradas, por ejemplo. Es más parecido a una dieta y su ventaja es que, al tener menos limitaciones, se puede llevar a cabo durante más tiempo siempre y cuando no se prive al organismo de nutrientes básicos.
¿Cuáles son los beneficios del ayuno?
Una de las principales razones por las que las personas recurren al ayuno es con la intención de bajar de peso y está comprobado que si se realiza correctamente puede ayudar a reducir la grasa.
Tiene además múltiples beneficios para la salud. A continuación, se mencionan algunos:
- Mejora la sensibilidad hacia la insulina.
- Disminuye la posibilidad de padecer enfermedad arterial coronaria.
- Disminuye el riesgo de padecer diabetes tipo 2.
- Ayuda a disminuir el estrés.
- Contribuye a tener una microbiota intestinal más sana.
- Mejora la presión sanguínea.
Contraindicaciones
Algunos ayunos tienen contraindicaciones que deben ser tomados en cuenta, sobre todo si se va a realizar uno muy intensivo y/o se cuenta con factores de riesgo. Por lo tanto, es indispensable consultar al médico o nutriólogo para obtener una opinión profesional basada en un análisis clínico que determine la viabilidad o no de someterse al ayuno.
No son aptos para todas las personas, no se recomienda en mujeres con trastornos de menstruación o que están buscando quedar embarazadas. Tampoco durante el embarazo o lactancia.
Tampoco es recomendable si se padece alguna enfermedad como hipotiroidismo no controlado, trastornos de alimentación, demencia, caquexia, insuficiencia cerebrovascular avanzada, entre otras.
No se recomienda hacer ayunos muy prolongados o extremos si se tiene un trabajo que exige demasiado esfuerzo físico o si se está sometido a mucho estrés o fatiga. Tampoco si se tiene un bajo porcentaje de grasa corporal o un peso menor al normal.
