Un seguro para mascotas puede ayudar a controlar los gastos extras, sobretodo si se tiene un perro o gato con una condición médica que no es la mejor.
Recuerda que las compañías, a la hora de cotizar el valor de la prima, consultarán la edad de tu perro o gato, la raza y el valor de mercado. No será lo mismo solicitar una póliza que además del robo o incendio, cubra gastos médicos como los análisis de sangre, vacunas, análisis de orina, resonancias magnéticas o rayos x, que solamente cubra los riesgos de un accidente casero por mordeduras.
Además, la edad y la raza son factores excluyentes que pueden reducir o aumentar significativamente el costo total de la prima. Una mascota de edad avanzada requerirá un mayor gasto en cuestiones médicas, mientras que una raza con tendencia a la violencia, generará gastos ocasionales como probables accidentes contra terceros.
La póliza además debería incluir los importes máximos de la cobertura, ya que en el caso de un siniestro, nos pagarán todos los costos… si no son desmedidos. Recordemos que el seguro jamás nos cubrirá algún monto que no sea el estipulado anteriormente en la póliza.
Un seguro para nuestra mascota puede ser un lujo innecesario, sin embargo, si nuestra mascota suele generar gastos permanentes, puede resultar siendo una opción considerable.
Por otra parte si consideras a tu mascota como parte de tu familia y no te importa gastar con tal de que este bien, entonces con más razón deberías considerar esta opción, nunca se sabe cuando tu mascota vaya a necesitar atención medica por algún accidente o enfermedad. Un suceso como este podría generar gastos para los que a veces no se esta preparado y como bien dicen, es mejor prevenir que lamentar.