Una gran parte de las mujeres tienen el problema de contar con pieles grasas, en las que el tamaño de los poros se vuelve un inconveniente con el día a día. Lamentablemente, esta es una característica inevitable que conlleva esta clase de piel; aunque ello no quiere decir que no se pueda tratar de la manera adecuada para tener un aspecto radiante y mucho más fresco. Para lograrlo, lo único que tienes que hacer es agregar cinco claves importantes a tu rutina de limpieza facial.
¿Cómo hacer que los poros abiertos se reduzcan o desaparezcan?
- Contar con limpiador que contenga ácido salicílico y/o glicólico. Estos dos ingredientes son potentes elementos que disminuyen la producción de sebo y le hacen mucho bien a tu cutis. Un jabón neutro o normal no es suficiente para acabar con la grasa del rostro, puesto que incluso pueden hacer que aumente.
- Ten a mano un buen hidratante. Los productos hidratantes son indispensables para las pieles grasas y siempre tienen que tener una textura en gel, a base de agua. Alejate de las que vienen en crema ya que estas solo están recomendadas para las pieles secas.
- Lava tu cara por las mañanas y por las noches. Una piel grasa requiere una frecuencia de limpieza mayor para disminuir la producción de sebo. Los mejores horarios para hacerlo son al iniciar y al terminar el día, asegurándote de que por las noches tu piel descansará fresca y limpia.
- Usa un exfoliante una vez a la semana. Este debe tener gránulos ligeros que no lastimen tu cutis, pero que a la vez sean efectivos para desalojar la grasa acumulada en puntos negros y sobre todo en la zona T.
- Siempre desmaquíllate antes de ir a dormir. Parece increíble la cantidad de chicas que olvidan hacer esto, por pereza u otras razones. Pero es importante que remuevas todo rastro de maquillaje y después te laves la cara, para que tus poros no se tapen.