El sueño de toda mujer que está a punto de ser mamá, es tener un parto rápido y natural. Sin embargo, las circunstancias a veces hacen que eso sea imposible. Lo importante es tener a tu bebé con salud, ¿no? Por eso, si vas a tener una cesárea, no deberías dejarte llevar por la preocupación y relajarte. No es tan terrible como se dice por ahí y si sigues estos sencillos consejos, puedes recuperarte más pronto de lo que piensas.
Medidas a tomar para recuperarse de una cesárea
- Prepara tus analgésicos. Sobre esto debes preguntarle a tu doctor antes de la intervención, pues cuando se pasen los efectos de la anestesia es probable que te sientas adolorida. Algunos medicamentos pueden ayudarte a descansar mejor durante las primeras 48 horas, pero el doctor tiene que asesorarte sobre eso.
- No te desanimes por tu cicatriz. Durante los primeros días no tendrá el mejor aspecto, pero descuida, se va a desvanecer hasta adoptar casi el mismo color de tu piel y entonces se notará muy poco. Puedes acelerar su curación colocando unas gotas de esencia de lavanda en tu baño o untándote un poco de aceite de té de árbol.
- Mueve tus piernas de tanto en tanto. Esto se hace para evitar que se queden dormidas, pues tus músculos pueden ponerse algo rígidos durante la recuperación. Y es que es comprensible que tendrás que guardar reposo durante unos días. Pero mientras tanto, puedes hacer pequeños ejercicios con las piernas, manteniéndolas en alto o moviéndolas.
- Descuida, los gases no son mala señal. Es normal que muchas madres por cesárea los tengan, ya que los intestinos no funcionarán como deberían temporalmente. Por eso es muy probable que te sientas flatulenta, (en el embarazo también ocurre, muchas veces). Pero es una reacción natural e inevitable del organismo, por la que no deberías preocuparte ni sentir pena.