Un momento que muchas madres temen es el llegar a negarles algo a sus hijos o bien, que ocurra cualquier circunstancia que les dé ocasión para llorar y patalear sin control. La cosa se pone peor si sucede en público y es que, ¿cómo se puede actuar ante una crisis como está? No hay que decir que el sentir las miradas de los demás puede ser muy incómodo, aunque los más pequeños no sean tan conscientes de la escena que están armando. Lo mejor será siempre mantener la calma y armarse de paciencia para hablar con ellos, de manera firme pero cuidadosa.
Las rabietas en los niños son tan comunes como cualquier otro comportamiento, especialmente en los más pequeños. Sin embargo, también son algo con lo que es complicado lidiar y que si no sabes canalizar bien, con el paso del tiempo se puede volver mucho peor. Como mamá, es comprensible que te pongas nerviosa o te desesperes al ver que tu retoño se pone a patalear, a gritar y a llorar cuando se siente frustrado, pero has de saber que es lo que tienes que hacer exactamente para ayudarlo. En Tip Diario te aconsejamos lo siguiente.
¿Cómo lidiar con las rabietas de los niños?
- Comprende por qué se comporta de esa manera. Los niños no hacen berrinches para molestar, lo que pasa es que no conocen otro modo de desahogar su enojo o su frustración. Y esto sucede cuando se les niega algo, como por ejemplo, comprarles un juguete o no dejarles usar una prenda que les gusta. Piensa que detrás de cada rabieta, existe un motivo de pena o enojo con el que aún no saben como deberían reaccionar. Intenta hacerles ver que estás de su lado hablando; decirles algo como «entiendo que estés enfadado con tu hermanito, porque ha tratado de quitarte ese juguete, pero…»
- Analiza si puedes complacerlo o no. Es obvio que tú no podrás ceder en todas las ocasiones porque un niño siempre tiene que obedecer. No obstante, no hace falta que seas tan estricta en todo. Hay ciertos instantes en los que puedes darle opciones a tus hijos, como al elegir la ropa que se quieren poner o que programa de Tv desea ver.
- Habla con él antes de regañarlo. Para esas veces en las que él no puede decidir, es importante que le hables de manera tranquila en vez de recurrir a los regaños. Pregúntale como se siente y si su rabieta te está poniendo nerviosa, solamente respira hondo para calmarte. Luego, explícale por qué en esa ocasión no puedes darle gusto.
- Hazle ver por qué está mal su comportamiento. Después de poner en marcha el punto anterior, llega el momento de ayudarles a entender que deben tomar una mejor actitud. Algo sencillo como «… no es buena idea que le pegues a tu hermanito porque lo vas a lastimar». Explicarles tus razones de forma simple y poniéndote a su altura, es decir, inclinándote o poniéndote de cuclillas para facilitar la comunicación.
- Por último, siempre es bueno contar con un haz bajo la manga. Esto quiere decir que puedes brindarles opciones para que sientan que ellos han decidido al final y se queden satisfechos. Se trata de darles a elegir como en el siguiente ejemplo: «Puedes tratar de jugar con tu hermanito sin pelear o mejor, te vas a tu habitación con el juguete».
Los niños son inteligentes y si les hablas con respeto y les das razones para no complacerlos, suelen entender. De esta forma no solo crías hijos más obedientes, sino también más comprensivos.
Técnicas para tranquilizar a un niño cuando está enojado
No hay nada más temible que un niño enojado, porque cuando los pequeños agarran una rabieta, muchas cosas pueden suceder y ninguna de ellas es agradable. Son varios los padres que entran en pánico al momento de ver a sus hijos estallar y a veces, no saben como controlar la situación actuando de manera errónea. Sin embargo hay varias cosas que tú como madre puedes hacer para relajar a tu retoño en un momento difícil, son recomendables y más sencillas de lo que piensas.
- Dile que respire profundo. Los ejercicios de respiración son efectivos para despejar la mente y encontrar equilibrio en los instantes difíciles. No por nada, ejercicios como los del yoga practican esto a menudo para sentirse en paz. Cuando tu hijo se sienta molesto, debes decirle que inhale profundamente por la nariz y suelte el aire despacio.
- Un masaje también ayuda. El contacto físico que no sea a base de castigos, es algo muy positivo que se puede hacer con los más chicos cuando se sienten furiosos. Los masajes en los hombros o en la espalda no solo logran que sus músculos se relajen, sino que también son buenos para controlar su estado de ánimo.
- Dale un abrazo. Nada como sentir el cariño de mamá en un momento frustrante, pues todo lo que necesitan los niños es sentir que son queridos, especialmente cuando están molestos. No importante que tan enojado esté el tuyo, abrázalo y no lo sueltes hasta que se relaje y le puedas hablar. Si lo arrullas al mismo tiempo, verás que fácil se tranquiliza.
- Intenta hacerlo reír. No hay mejor remedio para el enojo que la risa, porque les hace olvidar a los pequeños que tienen una rabieta. No puede ser lo más sencillo pero sin duda vale la pena que pruebes si temes que el volcán estalle de nuevo.
Practicar los consejos anteriores es muy efectivo y hace que los niños reconsideren sus berrinches, en gran mayoría de los casos. Adicionalmente, se recomienda la lectura de este artículo sobre como mejorar la comunicación con tus hijos.