¿Qué es la violencia obstétrica?

El parto es uno de los momentos más importantes de la vida de una mujer pero desafortunadamente, a veces se da en circunstancias que no son las mejores. Durante el 2014, la OMS habló por primera vez sobre el concepto de violencia obstétrica, refiriéndose como tal al «trato irrespetuoso y ofensivo que sufren muchas mujeres en el mundo al dar a luz, viendo violado no solo su derecho a una atención respetuosa, sino también sufriendo una amenaza contra su derecho a la vida, a la salud, a la integridad física y la no discriminación».

violencia

Esta clase de trato, además de poder incurrir en la violencia física y verbal, puede ser difícil de detectar y denunciar porque muchas veces tiene que ver con las instituciones de salud, en lugar de tratarse de casos particulares. Esto ocurre especialmente en grandes hospitales públicos y que no cuentan con un nivel adecuado de atención, en donde todas las mujeres pasan a ser vistas como objetos a intervenir, en lugar de personas únicas con necesidades.

Uno de los factores más difíciles, es el trato que incluye violencia verbal y física por parte de ginecólogos u otros miembros del personal en el parto. Las malas palabras, la conversación cortante e incluso señales físicas como cachetear a las madres, (se han dado casos), forman parte de las situaciones más graves que se han dado en la violencia obstétrica. Pero al margen de esto hay cosas que pueden pasar desapercibidas, en el empeño de muchos hospitales por acelerar los partos para dejar vacía una cama e incrementar sus ingresos monetarios.

Muchas veces, ginecólogos, enfermeros y otra gente del personal no están debidamente capacitados para tratar a las pacientes, tanto en el ámbito personal como profesional. Esto da mucho que pensar a las mujeres a la hora de decidir en donde va a llevarse a cabo el parto.

Y tú, ¿has sufrido este tipo de violencia?

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