Los perros y los gatos son las mascotas más comunes para tener en casa y muchas personas no pueden resistirse a ambos. Sin embargo, ¿qué tan adecuado es que ambas especies convivan juntas? ¿Es posible que lo hagan sin dar problemas? La respuesta es sí y no solo ello, sino que pueden llegar a ser grandes amigos entre sí y para el resto de la familia. No obstante hay que tener mucha paciencia, debido a las diferencias de cáracter entre ambos y por supuesto, seguir unos cuantos consejos que facilitarán su relación.
- Es recomendable que un perro y un gato, se conozcan desde cachorros. El poder crecer juntos hace que lleguen a formar un lazo que con el paso del tiempo, llegará a ser bastante fuerte. En el caso de que uno de los dos sea adulto, hay que decir que es más fácil que un perro ya crecido acepte a un gato pequeño; mientras que se hace más complicado al contrario.
- Hay que dejar que el gato examine al perro. Como bien se sabe, los felinos son más nerviosos y pueden llegar a ser más extremos en sus reacciones. Los perros suelen ser más amigables, por lo que es recomendable que durante el primer acercamiento, se le sostemga de manera tranquila mientras el gato camina a su alrededor, lo olfatea y lo observa.
- No forzar el acercamiento. Es normal que si ambos no se conocen, al principio haya cierto recelo; en especial de parte de un gato (el perro probablemente quiera animarse a jugar con él primero). Lo más aconsejable es colocarlos en habitaciones separadas al principio, de modo que puedan sentirse y olerse; a pesar de que no necesariamente se vean. De esta forma comenzarán a habituarse a su mutua presencia.
Recuerda sobretodo que ambos necesitan de tu cariño. El que convivas con ambos de forma diferente, no quiere decir que los dos no te necesiten.
Por ultimo y como dato adicional, te adjuntamos un vídeo donde conocerás las 10 razas de perros mas peligrosas según su ferocidad y características.
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