¿Pueden los halagos afectar la autoestima de un niño?

Muchas se ha dicho que la forma de hablarle a los niños influye en su personalidad y su autoestima, haciendo especial énfasis en lo importante que es evitar los insultos y las malas maneras. Pero, ¿qué pasa con los halagos? ¿En verdad es tan importante usarlos con los más pequeños? De hecho, te sorprenderías de saber que muchos de ellos, más que ayudarlos, los pueden hacer más vulnerables.

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La manera en la que halagas a tus hijos puede lograr que se sientan geniales consigo mismos o por el contrario, poner una gran presión sobre sus hombros, según lo que han señalado varios estudios modernos.

Halagos que les ponen etiquetas sobretodo, deberían ser evitados para no crearles una confusión innecesaria. Aquellos con los que se les dice, «eres un genio», «eres un cerebrito», «eres un gran pintor», etc., no son precisamente los más adecuados, porque los condicionan a relacionar la aprobación de los demás con lo que se espera de ellos y pueden impedir el desarrollo de otros intereses y facultades. Además, también les puede crear una necesidad inconsciente de presionarse a si mismos para seguir impresionando a sus padres o por el contrario, decaer en sus talentos y estudios con tal de no seguir creando expectativas.

En lugar de usar alabanzas que se refieran a su capacidad, lo correcto es halagar el esfuerzo y el trabajo bien hecho en cada cosa que hacen. «Me gustó mucho tu dibujo», «Te has esforzado mucho para tu examen», «Jugaste genial en tu partido», son halagos más aceptables y que los hacen sentir bien, sin presionarlos a competir o sobreesforzarse.

A cualquier padre le gusta que su hijo siempre sea el mejor en todo, pero debemos recordar que hay cosas más importantes en la vida y sobretodo, que un niño debe sentirse amado sin importar que.

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