El embarazo es una etapa que pese a ser maravillosa y muy bonita, no está libre de ciertos cambios a los que deben adaptarse las futuras madres y que muchas veces, pueden resultar incómodos o preocupantes. Uno de los más comunes está relacionado con la presión arterial y es a menudo, motivo de alarma para las mujeres que no están al tanto de todo lo que sus cuerpos pueden llegar a experimentar. ¿Has experimentado en alguna ocasión que sientes la presión baja acompañada de otros síntomas más conocidos, como las nauseas y el mareo? No eres la única y en el artículo de hoy te explicamos porque sucede.
¿Por qué baja la presión en el embarazo?
A medida que tu bebé va creciendo, tu organismo tiene que adaptarse la manera en que tu sistema circulatorio cambia para abastecerlo de sangre. El corazón puede modificar su ritmo de bombeo, con tal de asegurarse de que esta siga llegando a todas las extremidades de tu cuerpo. A veces le cuesta un poco más de esfuerzo y es cuando se presentan esos episodios de presión baja. No es algo grave de lo que preocuparse y ciertamente se puede controlar. Normalmente solo tienes que sentarte para descansar y esperar a sentirte mejor.
Otro factor que debes tomar en cuenta es que tal vez no te mueves lo suficiente y la sangre puede llegar a acumularse en las piernas, alterando su circulación. Por eso es tan importante que aunque estés embarazada, salgas a caminar o practiques ejercicios moderados, para evitarte más molestias a lo largo de tu gestación.
Si la presión baja se vuelve algo demasiado constante, sobretodo en compañía de signos como fatiga, somnolencia y mareos, es indispensable que consultes a tu médico para descartar cualquier condición que pueda afectar tu salud y la de tu bebé.