Como bien sabes, la placenta es quizá el órgano más importante durante el embarazo y desafortunadamente no está exenta de sufrir complicaciones. Existe una condición llamada placenta previa, que afecta a muchas mujeres y que se debe mantener en especial observación, a fin de garantizar un parto seguro para la madre y el bebé. Hoy te explicamos en que consiste y como deberías actuar en caso de que tu médico te confirme que también te ha afectado a ti.
¿Qué es la placenta previa?
Se dice cuando la placenta está ubicada en una posición más baja de lo que es usual dentro del útero, es decir, al lado o sobre el cuello uterino. Generalmente cuando esto ocurre en los principios del embarazo, no suele ser problema. No obstante, si pasa cuando la gestación va más avanzada podría ser motivo para sufrir una hemorragia o incluso parto prematuro.
Hay dos maneras principales de llamarla dependiendo de su posición:
- Cuando está cubriendo completamente el cuello uterino, es llamada placenta previa completa.
- En cambio, si solo cubre los bordes del cuello uterino, puede llemarse placenta previa marginal.
La mejor forma de saber si tienes alguna de estas condiciones es por medio de las ecografías que te practicará tu médico, probablemente entre las semanas número 16 y 20.
¿Qué hacer cuando se tiene placenta previa?
Eso depende mucho de en cual etapa del embarazo haya sido detectada. Si ha sucedido antes y durante el segundo trimestre no deberías preocuparte, pues lo más posible es que adopte una posición adecuada conforme la gestación vaya avanzando y se aleje del cuello uterino.
Si es detectada a partir del tercer trimestre, el médico llevará a cabo un control sobre la ubicación de la misma y puede determinar que se practique una césarea si persiste hasta el final del embarazo.