¿Es mala idea pedir un crédito para mi negocio?

Hay muchas opciones para financiar la puesta en marcha o el crecimiento de una empresa: recaudar dinero de amigos y familiares, recurrir al capital riesgo, utilizar los propios ahorros o incluso recurrir al crowdfunding. Una opción que demasiados empresarios descartan, o toman malas decisiones, es pedir un préstamo para financiar su negocio.

Un préstamo podría ser una de las mejores formas de financiar la puesta en marcha o el crecimiento de tu negocio. Sin embargo, si no eres un buen administrador, podría causarte muchos problemas, pues es posible que se convierta en una deuda que manche tu historial crediticio.

Creditos para negocios

¿Cómo hacer crecer tu negocio sin endeudarte? Muchos le tienen miedo a la deuda porque en todos lados se escucha que estar endeudado es una mala idea, pero no siempre, porque si te pones a pensar, para conseguir el dinero necesario para crecer necesitas trabajar a todas horas y estar dispuesto a no gastar mucho.

El crédito, cuando se utiliza sabiamente, es tu amigo.

Si quieres crear un negocio de verdad, vas a necesitar capital. Si intentas financiar tu puesta en marcha y tu crecimiento con los ingresos porque te da miedo conseguir dinero, o utilizar el crédito, siempre estarás un paso por detrás.

Vamos a decir algo que se te tiene que quedar grabado: no debes utilizar tarjetas de crédito personales para financiar el crecimiento de tu negocio. Si ya está utilizando tarjetas de crédito personales, y su puntuación de crédito sigue siendo buena, ahora es el momento de cambiar al crédito empresarial y pagar las tarjetas de crédito personales.

Un crédito para negocios se concede a través de instituciones financieras, usualmente se otorgan si llevas un tiempo con tu negocio, pues necesitas historial para que se compruebe que eres capaz de pagarlo. Hay instituciones que piden un plan de negocios, una proyección o una propuesta para que te autoricen el crédito, pero ahora existen soluciones más accesibles.

Para seleccionar el préstamo adecuado para tu negocio deberás validar entre más de una opción y evaluar el interés que te están cobrado, así como las opciones que tienes si quieres pagar por adelantado, ya que hay opciones que te penalizan por querer hacerlo o muchas veces no va el dinero a capital, sino a los intereses.

Eso sí, tienes que pensar si necesitas un préstamo o una tarjeta de crédito empresarial porque son dos cosas distintas, pues una es una suma de dinero en un momento y la otra es una inyección de capital que poco a poco irás consumiendo. Lo mejor es que evalúes qué es lo que necesitas y sobre todo, cómo están tus posibilidades de pago.

En el caso de la tarjeta de crédito empresarial te permite acceder a recursos de manera más rápida y en el menor tiempo posible, pero solo es una buena idea si ves claro cómo vas a ganar dinero con tu empresa, en un corto periodo de tiempo, pues mes a mes tienes que pagar tus gastos y este monto puede variar.

Puedes usar el crédito empresarial para financiar publicidad en redes sociales, plataformas para darte a conocer y construir un proceso de ventas, sabiendo que puedes devolver el crédito a través de las ventas como resultado de tu marketing y ventas.

Sin embargo, existe una desventaja, pues si decides utilizar un crédito empresarial, es necesario que acudas a instituciones financieras clásicas como el banco, porque actualmente las fintech están encaminadas a ayudar a las personas y no a las empresas (aunque existen sus excepciones).

Ten en cuenta que al tomar una buena decisión sobre cómo vas a financiar tu empresa puede ser la clave de tu éxito y crecimiento. Deja atrás los tabús de que no debes pedir un crédito porque significa una deuda y eso está asociado a un problema que te asusta, pensar así te puede alejar de las mejores fuentes de financiación disponibles.

Cuando se utiliza de forma inteligente, el crédito es el mejor recurso para financiar tu negocio, y aquellos que te digan que no debes utilizarlo, es porque piensan que no eres lo suficientemente inteligente para ocuparlo. Lo único que te queda es demostrar que están equivocados mediante educación financiera.

Eso sí, en caso de que no quieras pedir dinero prestado, correr riesgos o aprender a manejar la realidad financiera de un negocio, no hay que avergonzarse de tener un trabajo y tomar el camino más «seguro» de conseguir un sueldo fijo. En ese caso, es cierto, no deberías utilizar el crédito porque tus ingresos no están bajo tu control. Pero, si estás construyendo un negocio en el que crees, el crédito empresarial es realmente tu amigo.

Deja un comentario