El osteosarcoma canino es uno de los tumores malignos más comunes y la principal neoplasia de origen óseo en los perros. Al igual que los humanos, los perros también pueden padecer cáncer, especialmente a medida que envejecen. Además de la piel, el sistema digestivo y la mama, esta enfermedad que tanto preocupa a los tutores también puede afectar a los huesos del perro. La enfermedad puede afectar a cualquier raza, pero los perros más grandes tienen una mayor tendencia a sufrir el problema.
¿El osteosarcoma canino afecta a todos los perros?
En la mayoría de los casos, el osteosarcoma afecta a perros grandes y medianos, con más de 25 kilos y por encima de los cinco años. Sin embargo, eso no significa que un animal joven o pequeño no pueda verse afectado por el problema, aunque la incidencia es rara. Los estudios demuestran que los animales más grandes, por tener los huesos más largos, exigen más trabajo al organismo durante la formación de la estructura ósea. Ese esfuerzo extra puede generar microfracturas en los miembros y, éstas por su tiempo, pueden tomar la apariencia de un osteosarcoma canino.
El osteosarcoma en los perros provoca una intensa lisis ósea (destrucción celular) en el lugar donde se instala en el miembro afectado (la enfermedad afecta principalmente a los huesos de las extremidades) y la consiguiente pérdida de continuidad ósea y de su conformación.
¿Cuáles son los síntomas que indican que un perro puede tener un osteosarcoma?
El primer síntoma es la claudicación, es decir, el perro comienza a cojear sin causa específica. A partir de ahí, el veterinario solicita una radiografía para identificar la alteración ósea. Si tiene una sospecha de osteosarcoma, se solicitarán otros exámenes para descartar o confirmar el diagnóstico. En muchos casos es difícil notar el problema superficialmente en la etapa inicial, una vez que no hay un gran bulto, una gran deformación ósea.
¿Cómo se realiza el diagnóstico del osteosarcoma en perros?
La radiografía puede señalar la presencia de un tumor debido a las características que aparecen en la imagen, como el «sol» que se observa en muchos casos de osteosarcoma. También es necesario un examen histopatológico para poder cerrar el diagnóstico. Antes de optar por el tratamiento quirúrgico del paciente, es muy importante confirmar si realmente se trata de un caso de osteosarcoma canino, realizando la biopsia previa, así como el análisis del cultivo de hongos y bacterias para descartar otras causas.
Con el osteosarcoma, ¿a qué tipos de tratamiento pueden acceder los perros?
El tratamiento recomendado es la cirugía de extirpación de la neoplasia. Hoy en día está muy extendida la amputación alta del miembro afectado, ya que el osteosarcoma en perros provoca un intenso dolor y muchos pacientes presentan fracturas en el lugar de la lesión. Otra posibilidad es la cirugía de «rescate de miembro», un poco más delicada. En el lugar de la amputación, se lleva a cabo sólo la eliminación de la zona afectada del hueso.
Asociado a la cirugía, el postoperatorio debe involucrar la quimioterapia para evitar las metástasis, ya que el osteosarcoma en perros es altamente metastásico para los órganos, principalmente el pulmón. La mayoría de los pacientes presentan metástasis pulmonares hasta seis meses después de la intervención quirúrgica cuando no se realiza tratamiento quimioterápico.
Tras el inicio del tratamiento del osteosarcoma, ¿tiene el perro enfermo grandes posibilidades de recuperarse?
Todos los pacientes tienen y merecen una oportunidad de luchar contra el cáncer. Y la cirugía asociada a la quimioterapia aumenta la supervivencia de estos pacientes, con comodidad y calidad de vida. Aunque se trata de un tumor extremadamente agresivo y altamente metastásico, la tasa de supervivencia es de tres a seis meses cuando sólo se realiza la cirugía y de un año a un año y medio más cuando la cirugía se asocia a la quimioterapia.
¿Qué cuidados debe tener el tutor durante el tratamiento del osteosarcoma canino?
Después de la amputación, los animales se adaptan a la nueva condición, aunque los perros más pesados tienen una mayor dificultad. Por lo tanto, para tener cuidado con la obesidad y el sobrepeso canino es muy importante no sobrecargar a los demás miembros. También es necesario mantener la rutina de seguimiento y llevar al animal regularmente al veterinario oncólogo para realizar pruebas de imagen. Seguir el tratamiento de quimioterapia al pie de la letra evita que las metástasis aparezcan de forma temprana.
En relación con la quimioterapia para el osteosarcoma, ¿cómo reaccionan los perros al tratamiento?
Como los efectos de la quimioterapia en los animales son mucho más débiles en relación con los humanos, los perros suelen soportar bien el tratamiento. Algunos perros tampoco tienen reacciones. El procedimiento de quimioterapia es muy importante porque mejora considerablemente la calidad de vida de la mascota con osteosarcoma, además de alargar su tiempo de vida.
¿Los perros con antecedentes de osteosarcoma en el linaje tienen más probabilidades de padecer la enfermedad?
Los tumores, en general, no presentan mucha prevalencia de la genética. Aproximadamente el 85% de las causas de los tumores se deben a factores externos (radiaciones, traumatismos previos, etc.), mientras que sólo el 15% tiene un origen genético. Lo que se aconseja es que, en caso de que haya antecedentes de la enfermedad en una granja de cría, por ejemplo, lo ideal es que se retire el animal y se siga de cerca a su descendencia.
¿Hay alguna forma de prevenir el osteosarcoma canino?
Teniendo en cuenta el riesgo de las microfracturas, la persona que adopta un cachorro de raza grande debe tener cuidado de pensar cómo será el manejo del perro dentro de la casa. Como los perros jóvenes son muy testarudos, pueden acabar haciéndose daño y desarrollando microfracturas si no hay supervisión y adaptación adecuada de los espacios donde viven.
El cuidado con la alimentación del perro es también una gran forma de prevenir el osteosarcoma canino. Con la ingesta nutricional adecuada, los huesos tienen más posibilidades de crecer sanos.