Contar con un vestidor puede ser algo sumamente cómodo y práctico, pero también puede convertirse en un desastre si no está ordenado como se debe. Y es que aunque en un principio parezca un espacio amplio e ideal para acomodar las prendas, si no eres una experta o fanática de la organización también es posible que te intimides un poco al tener varios cajones y estanterías en las que clasificar tu ropa.
Es por eso que seguir unos cuantos consejos es lo mejor que puedes hacer, para tener todo ordenado pero sobretodo, a la mano:
- Separa tus prendas por temporadas. Lo mejor es no mezclar las que usas en verano con las de invierno, sino tener cada cosa aparte. Dependiendo del tiempo que haga, será más sencillo ir a una sección para buscar algo abrigado o más ligero.
- Clasifica tu vestimenta por la frecuencia en que la usas. Hay ropa que utilizamos prácticamente a diario, otra que nos ponemos solo en ocasiones especiales y otra que usamos para salir. Es primordial que consideres esto por practicidad, pues así no te complicarás demasiado si llevas mucha prisa.
- Organiza bien tus complementos. Los bolsos, sombreros, pañuelos y todos los accesorios que utilices, también deben tener un lugar bien específico, pues en muchas ocasiones son los más difíciles de encontrar.
- Deja los estantes más altos para las cosas que utilizas menos. Todos tenemos ciertas prendas, complementos o hasta objetos como maletas, que utilizamos muy de vez en cuando. Lo ideal es reservarles un lugar que no sea prioritario.
- Saca aquello que ya no te pongas. Por más que le tengas cariño a una prenda o que digas que ya te llegará el momento de usarla; si sabes que en realidad solo esta ocupando espacio en tu armario, lo mejor es empezar a hacer una limpieza a fondo.
Tener un vestidor bien equipado y ordenado no tiene porque convertirse en algo imposible.
