Los gatos son mascotas adorables y muy habituales en las casas, por lo que no es de extrañar que se digan muchas cosas acerca de como cuidar de ellos. Una de las más populares y en torno a la cual hay muchas opiniones a favor y en contra, es la que se refiere a sus garras. No es secreto que muchos dueños optan ya no solo por recortárselas, sino por quitárselas completamente, alegando que en realidad no las necesitan. Sin embargo esto es falso y en el artículo de hoy, te comentamos porque no es recomendable hacer esto.
- Es una cirugía dolorosa para tu mascota. Extirpar quirúrgicamente las garras felinas, implica amputar los huesos que se encuentran al final de cada dedo. Esto también puede ser peligroso.
- Dejas a tu gato sin la posibilidad de defenderse. Si llegara a encontrarse con otro felino en sus paseos territoriales, llevaría las de perder, ya que no podrá responder a sus ataques de igual a igual.
- Altera su comportamiento. Cuando un minino no puede arañar, en respuesta puede volverse más agresivo y comenzar a morder, para compensar su pérdida.
- Puede trastornarle emocionalmente. Aunque no lo creas, es difícil para un gato lidiar con la pérdida de sus garras. Es una sensación que le conlleva dolor y le hace sentirse indefenso y triste.
- Arañar es parte de su naturaleza. Los gatos no rasguñan por causar mal a nadie, lo hacen para ejercitarse y porque es parte de su comportamiento. Privarles de hacerlo es ir en contra de su instinto.
Lo más recomendable es enseñar a los gatos desde pequeños a no arañar en casa o comprarles un poste especial para que lo hagan. Contrario a lo que mucha gente dice, ellos también pueden educarse y aprender a no arañar muebles, paredes, cortinas o personas.