Los anticonceptivos siguen evolucionando, aún cuando la tasa de embarazos no deseados nos quiera indicar lo contrario. El meollo de este problema no es la efectividad de estos métodos, sino que la mayoría de las veces, las personas no saben como usarlos o siquiera que existen. Uno de los menos conocidos son los implantes anticonceptivos, pequeños objetos que se pueden introducir bajo el antebrazo para evitar concebir.
¿Qué son los implantes anticonceptivos y cómo usarlos?
Se trata de barritas de plástico flexibles que no duelen al colocarse, pues para hacerlo se emplea anestesia local y el proceso no se tarda más que unos cuantos minutos.
Lo que las vuelve tan efectivas es su concentración de hormonas, pues estas aumentan los niveles de mucosa cervical en el aparato reproductor, bloqueando los espermas e impidiendo que fecunden los óvulos. Es una manera muy cómoda de tener relaciones sin tener que preocuparte por usar condones o tomar píldoras.
Puede ser usado por mujeres de todas las edades, sin importar si ya han intimado con anterioridad o incluso cuando se encuentran en período de lactancia.
¿Qué tan efectivos son los implantes anticonceptivos?
Su nivel de efectividad es del 99%, bastante alto y confiable como la mayoría de los otros métodos. Tienen una duración promedio de 3 años, después de los cuales deben ser reemplazados, en caso de que se decida seguir utilizando alguno.
La única desventaja que tienen es que, si bien combaten los embarazos no planeados, no previenen las enfermedades de transmisión sexual, por lo que al tener relaciones seguiría siendo necesario usar un condón. De cualquier manera, un implante anticonceptivo es una opción económica y muy práctica si confías en tu pareja pero todavía no están listos para tener hijos, o tú misma no quieres ser madre.
Y un beneficio es que también disminuye los dolores menstruales.