Muchas madres deben recurrir a la opción de sacarse la leche para alimentar a sus bebés, ya sea porque no pueden ser ellas quienes los amamanten todo el tiempo, en caso de emergencia o bien, porque a veces los pequeños no quieren tomar directamente del seno (llega a suceder). Es en situaciones como está que las mujeres se preguntan cual es la forma correcta de almacenarla y mantenerla en buen estado. Y hacerlo es mucho más sencillo de lo que crees si tomas en cuenta los consejos que te brindamos el día de hoy.
- Lo primero y más esencial a hacer, es asegurarte de esterilizar desde la bomba o el extractor de leche hasta los biberones en los que vayas a poner la leche. Cualquier recipiente debe ser limpiado a diario para evitar la acumulación de bacterias, antes de almacenar el alimento de tu bebé.
- El refrigerador es el elemento más lógico para guardar la leche a una temperatura apropiada. Se recomienda que la misma no llegué a los 4º C y dependiendo del lugar en el que coloques la leche, varía el tiempo que podrás dejarla ahí. Puede estar por cinco días fuera del congelador y hasta un par de semanas dentro de este.
- Cuando vas a utilizar leche congelada, es importante que no la metas al horno de microondas. Sácala con anticipación para que pueda descongelarse a temperatura ambiente, ya que esto es mejor para el bebé.
- De igual manera, cuando se trata de leche que habías congelado no debes olvidar tirar los sobrantes si tu pequeño no se la toma toda. No es recomendable volverla a congelar; más que nada para evitar problemas por los cambios seguidos de temperatura.
- A fin de evitar que se te pase el tiempo de almacenamiento en distintos recipientes con leche, tendrás que etiquetarlos escribiendo la fecha en la que los has ido guardando.