Durante el embarazo, un montón de cosas inesperadas pueden suceder y algunas de ellas, realmente nos pueden hacer pasar un susto. El sangrado, por ejemplo, es una de las situaciones que se vuelven frecuentes entre ciertas mujeres que están esperando un bebé, para espanto de ellas. Contrario a lo que se piensa, en ocasiones no es nada por lo cual alarmarse, pero en otras realmente nos indica que algo va mal. ¿Cuándo es normal y cuándo no? ¿Deberías preocuparte siempre? En el artículo del día de hoy te damos todas las respuestas.
Durante las primeras 20 semanas
En el primer trimestre del embarazo, un sangrado vaginal puede presentarse por distintos factores, que según los especialistas no suelen ser graves. Aproximadamente entre un 25 y un 40% de las embarazadas llegan a tenerlo, por lo que no es tan extraño como crees. Puede darse por haber sostenido relacionales sexuales, a causa de un cambio hormonal o incluso si coincide con la fecha en que normalmente tienes tu período.
No obstante, siempre que se presente es necesario acudir con tu ginecólogo para que tome el control de la situación, pues aún un sangrado pequeño e inofensivo puede transformarse en una condición de riesgo si dejas pasar demasiado tiempo.
Durante las segundas 20 semanas
Una vez que el embarazo se encuentra más avanzada, por suerte hay menos posibilidades de sufrir un aborto espontáneo. De hecho, el origen del sangrado en trimestres posteriores puede deberse perfectamente a las mismas causas que ya te comentamos más arriba.
Otro factor que debes considerar es que el cuello uterino puede estar abriéndose para el parto, lo que conlleva el desprendimiento del tapón mucoso y a veces también, a sangrar un poco. En cualquier caso siempre debes consultar con tu médico y muy especialmente si notas que el problema persiste de manera progresiva.
