La diabetes tipo 2 es la forma más común de diabetes y es una enfermedad de por vida (crónica) en donde se presentan altos niveles de azúcar (glucosa) en la sangre. Esto tiene sus causas, síntomas y consecuencias que describiremos a continuación.
Causas de la diabetes tipo 2
La insulina es una hormona producida en el páncreas por células especiales, llamadas células beta. El páncreas se encuentra detrás del estómago. La insulina se requiere para mover el azúcar en la sangre (glucosa) hacia el interior de las células. Allí se guarda y es luego usado para generar energía.
Con la diabetes de tipo 2 la grasa, hígado y células musculares no responden correctamente a la insulina. Esto es llamado resistencia a la insulina. Como resultado, el azúcar en la sangre no llega a estas células como reserva de energía. Cuando el azúcar no puede llegar a las células, la cantidad de azúcar en sangre aumenta a altos niveles. Esto es llamado hiperglicemia.
Este padecimiento normalmente se va dando lentamente a lo largo del tiempo. La mayoría de las personas con esta enfermedad tienen sobrepeso cuando son diagnosticadas. Los altos niveles de grasa le dificultan a tu cuerpo el uso correcto de la insulina. También puede desarrollarse en personas delgadas. Esto es más común en los ancianos.
La historia familiar y los genes tienen un rol importante. Los bajos niveles de actividad, mala dieta y sobrepeso en el área de la cintura aumentan tus probabilidades de padecerla.
Síntomas de la diabetes tipo 2
Las personas normalmente no tienen síntomas al comienzo y pueden no presentarlos por muchos años.
Los primeros síntomas pueden incluir:
- Infecciones en la vejiga, riñones, piel u otras infecciones que se presenten de manera frecuente y sanen lentamente
- Fatiga
- Hambre
- Aumento de la sed
- Aumento en la micción
El primer síntoma también puede ser:
- Visión borrosa
- Dolor o adormecimiento en los pies o manos
Pruebas y estudios
Tu médico puede sospechar si tu cantidad de azúcar en sangre es mayor a 200 mg/dL. Para confirmar el diagnóstico, uno o más de los siguientes estudios deben realizarse:
Estudios de sangre:
- Cantidad de glucosa en sangre en ayuno. Se diagnostica si esta es más alta que 126 mg/dL dos veces.
- Estudio de hemoglobina A1C. Se diagnostica si es 6.5% o más alto.
- Estudio de tolerancia oral a la glucosa. Se diagnostica si la cantidad de glucosa es más alta que 200 mg/dL dos horas después de tomar una bebida azucarada especial.
El screening es recomendado para:
- Niños con sobrepeso que tienen otros factores de riesgos, comenzando a la edad de 10 años y repitiéndose los mismos cada dos años.
- Adultos con sobrepeso (Índice de Masa Corporal mayor a 25) quienes tengan otros factores de riesgo.
- Adultos mayores a 45 años cada tres años.
Si has sido diagnosticado debes trabajar en conjunto con tu médico, probablemente requieras verlo cada 3 meses, en estas visitas, puedes esperar que tu médico haga lo siguiente:
- Revise tu presión sanguínea
- Revise la piel y huesos de tus pies y piernas
- Revise si tus pies se adormecen
- Revise la parte trasera del ojo con un instrumento lumínico especial
Los siguientes estudios te ayudarán a ti y a tu doctor a monitorearla y prevenir problemas:
- Revisa tu presión sanguínea por lo menos una vez por año (debes apuntar a tener una presión sanguínea de 140/80 mm /Hg o menos)
- Hazte un estudio de A1C (hemoglobina A1C) cada seis meses si está bien controlada; si no lo está, cada tres meses.
- Hazte revisiones de colesterol y triglicéridos cada año (intenta tener niveles de LDL debajo de los 70 – 100 mg / dL).
- Hazte estudios anuales para asegurarte de que tus riñones estén funcionando bien (microalbuminuria y creatinina en suero)
- Visita a tu oftalmólogo por lo menos una vez al año, o más frecuentemente si tienes signos de enfermedad ocular diabética.
- Visita al dentista cada seis meses para obtener estudios y limpieza dental profunda. Asegúrate que tu dentista e higienista dental sepan de tu padecimiento.
Tratamiento de la diabetes tipo 2
La meta del tratamiento en un principio es bajar los altos niveles de glucosa en sangre. Las metas a largo plazo son prevenir problemas que ocasiona.
La mejor manera de tratarla y manejarla es a través de la actividad y nutrición.
Habilidades y conocimientos requeridos
Aprender las habilidades para manejar la diabetes te ayudará a poder vivir bien con la enfermedad. Estas habilidades ayudan a prevenir problemas de salud y la necesidad de cuidado médico. Las habilidades incluyen:
- Cómo medir y registrar tu glucosa en sangre.
- Qué comer y cuándo.
- Cómo tomar medicaciones, si estas son necesarias.
- Cómo reconocer y manejar el nivel de azúcar en sangre alto y bajo.
- Cómo manejar los días en los que te encuentres enfermo.
- Dónde comprar suministros necesarios y cómo almacenarlos.
Aprender estas habilidades puede tomar varios meses. Siempre continúa aprendiendo sobre sus cuidados, complicaciones y cómo controlarla para vivir con la enfermedad. Mantente al día con las nuevas investigaciones y los nuevos tratamientos.
Cómo revisar los niveles de azúcar
Revisar tú mismo tus niveles de azúcar y anotar los resultados, te dirá qué tan bien manejas la situación. Habla con tu doctor y educador sobre qué tan seguido deben ser estas revisiones.
Para revisar el nivel de azúcar en sangre, utilizarás un dispositivo llamado glucómetro. Normalmente, pinchas tu dedo con una pequeña aguja llamada lanceta. Esto te dará una pequeña gota de sangre. Pones la sangre en una tira reactiva y esta tira en el dispositivo. El dispositivo te dará una lectura que dice tu nivel de azúcar en sangre.
Tu médico te ayudará a armar un plan de estudios para ti con el fin de marcar una meta en lo que nivel de azúcar en sangre respecta. Mantén estos factores en mente:
- La mayoría de las personas solo requieren revisar su azúcar en sangre una o dos veces al día.
- Si tus niveles de azúcar en sangre está controlado, tal vez solo necesites revisarlo algunas veces por semana.
- Puedes realizar tus pruebas cuando despiertes, antes de las comidas y por la noche.
- Puedes necesitar revisarte más seguido cuando estés enfermo o bajo estrés.
Mantén un registro de tu azúcar en sangre para ti y tu médico. En base a tus números, tal vez debas hacer cambios en tus comidas, actividades o medicina para mantener tu cantidad de azúcar en sangre en su punto justo.
Dieta y control de peso
Trabaja en conjunto con tu doctor, enfermera y dietista para aprender cuanta grasa, proteína y carbohidratos requieres en tu dieta. Tu plan de comidas debería ajustarse a tu estilo de vida y hábitos, además debería incluir comidas que sean de tu agrado.
Controlar el peso y tener una dieta bien balanceada son cosas importantes. Algunas personas pueden dejar de tomar medicamentos luego de perder peso. Esto no significa que su diabetes se haya curado, aún la tienen.
Pacientes muy obesos cuyos niveles no son muy bien manejados con dieta y medicina pueden llegar a considerar someterse a una cirugía de pérdida de peso (bariátrica).
Actividad física habitual
Hacer actividad física habitualmente es importante para todos. Es todavía más importante cuando se tiene esta enfermedad. Razones por las cuales el ejercicio es bueno para la salud:
- Baja tus niveles de azúcar en sangre sin medicinas
- Quema calorías extra y grasa para ayudarte a controlar tu peso
- Mejora el flujo sanguíneo y la presión sanguínea
- Aumenta tu nivel de energía
- Mejora tu habilidad de manejar el estrés
Habla con tu médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicios. Las personas con esta enfermedad pueden requerir tomar medidas especiales antes, durante y luego de la actividad física o ejercicio.
Medicamentos para tratar la diabetes
Si la dieta y el ejercicio no ayudan a mantener tu nivel de azúcar en niveles normales o cercanos a normales, tu doctor puede llegar a recetar una medicación. Dado que estas drogas te ayudan a bajar tu nivel de azúcar en sangre de distintas formas, tu doctor puede pedirte que tomes más de una medicación.
Algunos de los tipos más comunes de medicación se enumeran debajo.
- Los inhibidores de la alfa-glucosidasa.
- Las biguanidas.
- Inhibidores DPP-IV.
- Medicinas inyectables.
- Las meglitinidas.
- Las sulfonilureas.
- Las tiazolidinedionas.
Puedes necesitar tomar insulina si tu nivel de azúcar en sangre no puede ser controlado con ninguna de las medicinas enlistadas arriba. La insulina debe inyectarse debajo de la piel utilizando una jeringa, pluma de insulina o una bomba. No puede ser tomada oralmente porque el ácido estomacal destruye la insulina
Cómo prevenir las complicaciones de salud
Tu doctor puede prescribir medicinas u otros tratamientos para reducir tus posibilidades de desarrollar enfermedades en tus ojos, riñones u otros padecimientos comunes.
Cuidados del pie diabético
La diabetes daña los nervios por lo tanto se tienen más posibilidades de padecer problemas en los pies. Esto puede hacerte menos sensible a la presión en la zona de tus pies. Puedes no notar un daño hasta desarrollar una infección severa.
También puede dañar los vasos sanguíneos. Las pequeñas llagas o roturas en la piel pueden volverse ulceras. La extremidad afectada puede requerir ser amputada si las ulceras en la piel no se curan o se agrandan, se vuelven más profundas o se infectan.
Para prevenir problemas en los pies:
- Deja de fumar si fumas.
- Mejora el control de tu nivel de azúcar en sangre.
- Haz que tu médico examine tu pie por lo menos dos veces al año y averigua si tienes daños en los nervios
- Revisa y cuida tus pies diariamente. Esto es muy importante cuando ya tienes daño en los nervios o vasos sanguíneos, o problemas en los pies.
- Asegúrate de usar calzado adecuado. Pregúntale a tu médico qué es lo adecuado para ti.
Pronóstico
Es una enfermedad crónica y no tiene cura. Algunas personas no requieren medicina si pierden peso y se vuelven más activas. Cuando llegan a su peso ideal, la propia insulina del cuerpo y una dieta sana puede controlar el nivel de azúcar en la sangre.
Posibles complicaciones
Luego de muchos años, puede causar problemas serios:
- Puedes tener problemas oculares, incluyendo problemas para ver (especialmente de noche), y sensibilidad a la luz. Puedes volverte ciego.
- Tus pies y piel pueden desarrollar úlceras e infecciones. Luego de mucho tiempo, tu pie o pierna puede requerir ser amputado. La infección puede también causar dolor y picazón en otras partes del cuerpo.
- Puede dificultar el control de la presión sanguínea y colesterol. Esto puede llevar a un ataque cardíaco, apoplejía y otros problemas. El flujo sanguíneo a tus piernas y pies puede llegar a dificultarse.
- Los nervios en tu cuerpo pueden dañarse, causar dolor, cosquilleo y adormecimiento.
- A causa del daño nervioso, puedes tener problemas al digerir la comida que comes. Puedes sentir debilidad o tener problemas para ir al baño.
- El nivel alto de azúcar en sangre y otros problemas pueden llevar a daño renal. Tus riñones pueden no trabajar tan bien como solían hacerlo. Pueden llegar a dejar de funcionar, haciendo que requieras diálisis o un trasplante de riñón.
Hay muchos recursos que pueden ayudarte a entender más sobre esta enfermedad para manejarla adecuadamente y vivir bien.