El bullying lamentablemente, se ha convertido en uno de los males más peligrosos de nuestros tiempos. La intimidación que puede existir entre niños y adolescentes, tanto dentro como fuera de las instituciones educativas, ha llegado a tomar matices tan extremos, que hoy en día no es extraño enterarse de varias noticias que hablan acerca de accidentes e incluso muertes trágicas de jóvenes e infantes. Está claro pues, que se trata de un asunto que no puede tomarse a la ligera y como tal, es importante que aprendas a detectar si tu hijo o algún menor a quién tengas a tu cargo, sufre en silencio a causa de este problema.
Algunas de las señales más importantes a las que debes prestar atención, son las siguientes:
- Busca excusas para ir a la escuela. Decir que se siente mal o buscar cualquier pretexto para faltar con frecuencia, es un claro comportamiento de que algo va mal en su entorno escolar.
- Sufre cambios de humor repentinos. Desde la tristeza hasta estallar enojado por cosas sin importancia. Cambiar de ánimo es un signo indudable de estrés, muy común en chicos que son acosados.
- Aparece con moretones, golpes o heridas. Ante ti, puede tratar de justificarlo diciendo que se cayó o tuvo algún accidente. No te conformes con esa explicación. La mayoría de las víctimas de bullying sienten miedo de denunciar a sus agresores.
- Pierde dinero y objetos personales. Sin importar que sean útiles escolares o hasta gadgets; el no tener explicación para la desaparición de sus cosas o inventar excusas increíbles, es un indicativo de que no necesariamente «los ha perdido en la escuela».
- Muestra cambios extremos en su forma de comportarse. Si se vuelve mas retraído, miedoso o inseguro sin razón aparente, debes prestar más atención a lo que le sucede cuando está fuera de casa.