Los animales sienten mucho más de lo que imaginamos, llegando a experimentar sentimientos como la alegría o la tristeza, igual de bien que las personas. Las mascotas son especialmente susceptibles a esta clase de sensaciones y aunque te sorprenda, también pueden llegar a estar deprimidos, como lo es el caso de los gatos. ¿Habías escuchado hablar antes acerca de la depresión felina? Esta es una condición que aqueja a los felinos y que podría estarle sucediendo a ese gatito que tienes en casa. ¿Cómo puedes detectarla para ayudarlo? Es lo que vamos a mostrarte en el artículo de hoy.
Señales de la depresión felina
Un gato que se encuentra deprimido manifiesta ciertos comportamientos como los siguientes:
- Con frecuencia tiene la cola baja, en vez de mantenerla erguida como suelen hacer estos animales. Su cola es una de las partes corporales que más nos puede decir acerca de su estado de ánimo.
- Deja de tener apetito y también puede ponerse agresivo sin razón aparente, llegando a evadir el contacto con los miembros de la familia y ocultándose en ciertos lugares para aislarse.
- Incrementa sus horas de sueño y también puede dejar de asearse. Si su caja de arena se encuentra desordenada o bien, deja de usarla como está acostumbrado, es obvio que algo le pasa.
¿Por qué les da depresión a los gatos?
Mucha gente no se explica cuales podrían ser las causas de que estos animales, en apariencia tan tranquilos, puedan entristecerse de formas extremas. Lo cierto es que hay situaciones que puedes orillarlos a esto, como lo pueden ser el estrés, un cambio demasiado brusco en su rutina, una mudanza, la muerte de alguien de la familia, la llegada de una nueva mascota o hasta de un bebé, ya que ellos son bastante territoriales y a menudo se ponen celosos.