La lactancia es una etapa importantísima en la vida de las madres y sus hijos durante los primeros meses. No obstante, se dicen tantas cosas respecto a ella y al mismo tiempo, resulta ser tan diferente en los cuerpos de las mujeres, que al principio puede representar un verdadero reto. ¿Te sientes identificada con esta situación? Entonces tan solo debes echarle un vistazo a los consejos que tenemos el día de hoy para ti.
- Se considera que la mayoría de los bebés recién nacidos, pueden amamantarse al menos una hora tras el parto. Esto resulta muy conveniente puesto que cuando antes se acostumbren, mayores serán las probabilidades de llevar la lactancia con éxito.
- Aseguráte de que tu bebé succione correctamente. Debe hacerlo apretando el pezón completo, y no solo la punta. Así mismo, es importante que te cerciores de que esta tragando la leche en una posición apropiada.
- Lo mejor para establecer una frecuencia de lactancia, es omitir el reloj y ofrecerle el pecho al bebé cada vez que tenga hambre o llore. Un lactante se alimenta alrededor de diez veces por día. Lo ideal es dejar que mame todo lo que quiera de un seno, antes de darle el otro, que puede rechazar o no.
- Recuerda que produces leche, tanto como alimentes a tu bebé. No te preocupes si no sientes los pechos llenos, porque tu cuerpo sabrá de forma natural cuanta leche tiene que producir, de acuerdo a la regularidad con la que tu bebé la tome.
- No olvides que los pequeños no solo maman cuando sienten hambre. A veces, buscan hacerlo porque necesitan sentirse protegidos y reconfortados. En este caso no hay ningún inconveniente en darles pecho, porque este tipo de contacto favorece mucho la conexión entre madre e hijo y será tu primera forma, de hacerle saber que lo quieres.