Darle la bienvenida a una nueva mascota al hogar es algo precioso pero a veces, más difícil de lo que parece, sobretodo si decidiste adoptar a un perrito muy tímido o que haya sufrido maltratos anteriormente. Si es así, puede mostrarse especialmente temeroso y triste, incluso con los miembros más jóvenes de la familia. Pero con un poco de paciencia y los consejos que te damos a continuación, él puede entrar en confianza y aprender a ser feliz.
- No lo obligues a acercarse a ti. La socialización es importante pero debes dejar que sea él quien decida cuando está listo para convivir contigo y los demás. Háblale y deja que conozca la casa a su gusto, pero jamás trates de forzarlo a ir contigo.
- Lo mejor es no sonreír. Al menos no lo hagas mostrando tus dientes, porque este gesto puede ser malinterpretado por cualquier can con miedo. Recuerda que para ellos, enseñar los dientes puede tener un significado amenazador.
- Cuida tus acercamientos. Si lo miras a los ojos y acercas demasiado tu rostro al suyo, puede sentirse intimidado y tratar de morderte. Por eso es importante que suavices tu expresión y tu voz cuando le hables, y lo hagas a una distancia prudente.
- No le toques su cabeza. Esto lo tomaría por sorpresa y podría reaccionar agresivamente. Tampoco lo tomes del collar con demasiada fuerza, ni trates de jugar con él bruscamente. Con el paso de los días, él podrá ir aceptando tu contacto.
- Jamás te inclines encima de él. Básicamente pasa lo mismo que con los gestos anteriores y puedes intimidarlo sin darte cuenta. Lo recomendable es mantener una postura más prudente.
- Siempre se amable con él. Ser paciente es muy importante y sobretodo enseñar a los demás miembros de tu familia que también lo sean. Un perro con miedo puede integrarse a cualquier familia; solo necesita tiempo.
