El embarazo está ciertamente lleno de todo tipo de cambios, tanto físicos como emocionales. Dentro de los primeros, uno de los más notorios es el que ocurre en torno a los senos y es que no solo aumentan de tamaño, sino que sufren otro de transformaciones que te podrían llegar a sorprender, si es que vas a ser madre primeriza o no conoces mucho acerca del embarazo. En el artículo que traemos en esta ocasión para ti, te hablamos de cuales son y porque es que ocurren.
- Aumento de tamaño y de sensibilidad. Que la talla del busto cambia es bien sabido, pero con este incremento también se presenta una enorme sensibilidad que podría incomodarte al principio. Experimentar cosquilleo e hinchazón es normal; incluso ante cosas tan cotidianas como el roce de la ropa. Esto ocurre porque tus pechos se están preparando para producir la leche que será tan necesaria una vez que nazca tu bebé.
- Aparición de venas azuladas. Es muy probable que las notes en tus senos pero no debes preocuparte por ello. Simplemente, ahora que estás embarazada el flujo sanguíneo hacia tu busto será más fuerte, ya que está cumpliendo con una función extra (la de prever la lactancia). Desafortunadamente, debido a esto también pueden aparecer estrías que serán temporales.
- Cambios en los pezones y las areolas. En el caso de los primeros, notarás que también se vuelven más grandes y que su pigmentación se hace más oscura. Las areolas se oscurecen también y se hacen más anchas. Esto se debe a que las glándulas mamarias están cambiando y adaptándose a su nueva sensibilidad.
- Secreción de calostro. Es una sustancia que puede surgir de tu pecho cuando tienes relaciones sexuales o si te oprimes los senos por la sensibilidad. Se trata de algo absolutamente normal y que no debe tomarte por sorpresa.