El seguro médico tiene como objetivo inicial cubrir todos los gastos del tratamiento del paciente. Sin embargo, de acuerdo a la clase de seguro elegido, nos brindarán cobertura para determinadas enfermedades o no.
La cobertura de los seguro médicos varía dependiendo de la aseguradora, el país y el estado de salud de la persona, por eso es importante analizar la letra chica del contrato, sobretodo si tenemos un historial clínico con recurrentes visitas al hospital.
¿Qué no suele cubrir el seguro médico?
Por lo general en estas circunstancias no cubre el seguro médico, nuevamente recomendamos consultar con su asesor o empresa de seguros que condiciones aplican y cuales no, ya que como mencionamos, la cobertura varía de una aseguradora a otra.
- Condiciones médicas pre-existentes.
- Enfermedades crónicas como VIH/SIDA, diabetes, epilepsia, hipertensión y derivados.
- Embarazo y costos de la cesárea y parto.
- Trasplantes de órganos.
- Lesiones relacionadas con deportes de riesgo.
- Cirugías estéticas.
Recuerde que, en caso de ser necesario, puede contratar coberturas totales para todo tipo de riesgo, pero tienen un sobrecosto que puede exceder sus ingresos financieros. Lo ideal es adaptar el seguro médico a nuestras necesidades reales, y llevar un nivel de vida sano, con una alimentación adecuada y actividad física, ya que es la inversión de costo/beneficio más rentable que podemos recomendarle.
En cambio, usted no necesita o no es recomendable que contrate un seguro médico si:
- Ya tienes uno a través de tu empresa, a menos que no sea completo y necesites una mayor cobertura.
- Tienes un cash flow negativo. En ese caso es recomendable, sobre todo si no tienes problemas de salud, prescindir temporalmente de este tipo de seguros.