Causas y tratamiento de la Sarna en perros y gatos

Picor, malestar y enrojecimiento de la piel, estos son los principales síntomas de la sarna, una enfermedad de la piel muy común entre los animales domésticos, como perros y gatos. Aunque no sea una novedad para ningún propietario experimentado, encontrar a su mascota con estos y otros síntomas es preocupante. Con las prisas por ayudar al animal, puedes acabar empeorando la situación si no estás bien informado y, para evitar este problema, aquí abajo encontrarás todo sobre la sarna en perros y gatos. Echa un vistazo.

La sarna en perros y gatos tiene la misma causa

Salud canina y felina veterinaria

En general, todos los tipos de sarna están causados por ácaros que se alojan entre el pelo del animal y provocan diferentes síntomas en la piel del gato y del perro. Algunos tipos son más comunes en los gatos, otros en los perros y todavía hay algunos que actúan de la misma manera en ambas especies. Uno de los principales peligros de convivir con animales que han cogido sarna es que, en algunos casos, se trata de una zoonosis, es decir: también puede transmitirse y causar diferentes síntomas en los humanos. 

Los diferentes tipos de sarna en perros y gatos

Debido a que son causadas por diferentes tipos de ácaros, en consecuencia, cada tipo de sarna se desarrollará en el cuerpo del animal de manera diferente. En última instancia, esta variedad también varía la forma de tratamiento, prevención e infección. Por lo tanto, lo ideal es que conozcas los signos en general y que confíes en el consejo de un veterinario para el diagnóstico correcto y la mejor forma de tratar la enfermedad, ¿de acuerdo? Conozca a continuación los principales tipos de sarna canina y felina:

  • Sarna sarcóptica: también conocida como sarna, la sarna sarcóptica es muy común en los perros y puede transmitirse a los humanos, pero no es tan común en los gatos. La transmisión entre las especies animales sólo se produce si el felino tiene contacto directo con el perro infectado, es decir: conviene tener cuidado si se crían los dos juntos. Este ácaro provoca enrojecimiento, picor, pérdida de pelo, pérdida de apetito e incluso heridas en el pecho, el vientre y las orejas del animal. Además, también puede provocar erupciones como manchas, ampollas y costras que pueden infectarse con la acción de bacterias y hongos.
  • Sarna otodécica: con el nombre popular de sarna del oído, esta versión de la enfermedad es común tanto en perros como en gatos y puede confundirse con la otitis por la acción exclusiva en los oídos de los animales. Por lo tanto, el diagnóstico preciso debe ser dado por el veterinario. Este tipo de ácaro puede causar acumulación de cera y mucho picor en el oído y en la oreja del animal, además de generar caída de por la zona. Al rascarse tanto, puede hacerse daño con las uñas y, si no se trata, la sarna de las orejas puede convertirse en inflamaciones más graves.
  • Sarna demodécica: aunque es más común en los perros, la sarna negra, como también se conoce, puede manifestarse en los gatos. En ambos casos, el ácaro causante es común en la piel del animal, se transmite de la madre al gatito y se manifiesta de forma perjudicial en animales que tienen fallos en el sistema inmunitario a lo largo de la vida. En los perros, el ácaro puede manifestarse en todo el cuerpo del animal o en puntos específicos, como los codos, los talones, la barbilla y el hocico, cerca de los ojos y la boca. El cabello suele engrasarse y caerse. Entre los demás síntomas de la sarna demodéctica se encuentran las infecciones, la hinchazón, la descamación y el enrojecimiento de la piel, así como las manchas oscuras, la aspereza en la zona infectada, las heridas y la producción de secreciones. En los gatos, la sarna demodéctica puede estar causada por dos tipos diferentes de ácaros, uno de los cuales es contagioso y el otro no. Los síntomas son los mismos que en los perros, concentrados en la región de la cabeza.
  • Sarna notoédrica: también conocida como sarna felina o sarna del gato, la sarna notoédrica es más común en animales que viven en refugios o lugares llenos de felinos. Además del contacto directo, la infección también puede producirse al compartir objetos contaminados. Provoca mucho picor en la zona de la cabeza, las orejas y las patas del animal, que puede hacerse daño al intentar aliviar las molestias.
  • Queilitis: otro tipo de sarna más frecuente en los gatos, la queilitis puede transmitirse a los humanos y, en muchos casos, se confunde con la caspa del animal. Al igual que los otros tipos de la enfermedad, también provoca picores y mucho malestar en el felino.

¿Cómo tratar la sarna en perros y gatos?

La gran variedad de ácaros que causan la sarna canina y felina no sólo influye en los síntomas del animal. El tiempo de tratamiento también está directamente influenciado por el tipo de sarna que tenga la mascota. La sarna negra en los perros, por ejemplo, no se puede curar por completo, pero el tratamiento específico consigue controlar el desarrollo de la enfermedad y garantizar el bienestar de su mascota.

Los diferentes tipos de medicamentos contra la sarna que el animal debe ingerir y las cremas, pomadas, champús o jabones tópicos para la sarna deben ser prescritos por el veterinario. Además de indicar el producto adecuado, el profesional dirá durante cuánto tiempo debe administrarse y controlará los efectos, algo muy importante para evitar que la sarna se convierta en una infección más grave. Por eso, lo ideal es que no hagas nada por tu cuenta: al primer signo de la afección en tu mascota, consulta al profesional y sigue sus instrucciones. 

Cuidados para prevenir la sarna en perros y gatos

Como la principal vía de transmisión de la sarna es el contacto, la primera precaución para prevenir la afección en tu mascota es controlar los lugares que visita y con qué animales tiene contacto. Si tienes más de un animal en casa y notas que uno de ellos tiene sarna, trata de separar al animal enfermo de los demás y limpia los objetos comunes como las camas, las toallas, las cajas de transporte y los platos de comida. Mantener el entorno en el que viven muy limpio también ayuda a prevenir la proliferación de ácaros. Además, asegúrate de que tanto tu gato como tu perro están sanos y con el sistema inmunitario reforzado para que el tratamiento sea más fácil en caso de infección.

En el caso de los gatos, las mosquiteras en las ventanas y en el balcón de la casa ayudan a mantenerlos dentro. La castración también ayuda a aliviar el instinto aventurero del animal y lo hace menos proclive a salir. La cirugía también es una opción en el caso de los perros que tienen sarna negra, que se transmite de madre a cachorro.

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