Tener unos pechos firmes y en su lugar es cuestión de más que utilizar un buen sujetador. De hecho, te sorprenderías de las cosas que intervienen para que esta parte de tu cuerpo se mantenga erguida y saludable. De acuerdo con la ciencia, nuestros hábitos de rutina tienen mucho que ver con los senos y hay algunos muy poco recomendables, que pueden ocasionar que se caigan antes de tiempo. Mira cuáles son y mejor evítalos a toda costa.
- Exposición solar. Los rayos UV no solo oscurecen la piel, también la vuelven más fina y por consiguiente, menos resistente. Esto quiere decir que si te asoleas más de la cuenta, tus pechos serán más propensos a la gravedad. Por no mencionar que aumenta el riesgo de contraer cáncer de piel.
- La postura de tu cuerpo. Tu mamá y tu abuelita tenían razón al decir que debes caminar erguida y con los hombros atrás. Si andas encorvada, inevitablemente haces que los músculos de tu pecho se acostumbren a ir hacia abajo; algo que definitivamente no queremos.
- Fumar tabaco. Si tienes la costumbre de fumar cigarrillos, deberías saber que la nicotina reduce los niveles de colágeno que produce tu organismo. Sin esta valiosa sustancia, los senos no pueden mantenerse firmes y quedan colgando a edad más temprana.
- Dieta insana. Subir y bajar de peso con frecuencia afecta el tamaño y el sostén natural de tus pechos. Es importante que mantengas un peso estable y lleves una alimentación balanceada para evitar que tus senos pierdan su encanto.
- Hidratación. Finalmente, beber agua es muy favorecedor para impulsar la elasticidad de los músculos en los senos, además de asegurarte que la piel se mantenga suave y firme.
Además de estos consejos, nunca está de más buscar un sostén con el soporte apropiado, más allá de como se vea.