La anorexia nerviosa es un trastorno psiquiátrico caracterizado por un miedo irreal de aumentar de peso, la auto-inanición, y la distorsión de la imagen corporal visible. El individuo está obsesionado con llegar a ser cada vez más delgado y limita la ingesta de alimentos hasta el punto en que se ve comprometida su salud. El trastorno puede ser fatal. El nombre proviene de dos palabras latinas que significan incapacidad nerviosa para comer.
A menudo se considera como un problema moderno, pero fue descrita por primera vez por el médico inglés Richard Morton en 1689. No obstante, no fue clasificada oficialmente como un trastorno psiquiátrico por la Asociación Americana de Psiquiatría hasta que la tercera edición del Manual de Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales fue publicada en 1980. En el siglo XXI, fue reconocida como un grave problema, sobre todo entre las adolescentes. Su incidencia en los Estados Unidos se ha más que duplicado desde 1970. El aumento en el número de casos reportados se piensa refleja un incremento real en el número de personas afectadas por el trastorno y no simplemente un diagnóstico más temprano o más exacto.
La anorexia nerviosa es un grave problema de salud pública, no solo por su incidencia en aumento, sino también porque tiene una de las tasas más altas de mortalidad entre los trastornos psiquiátricos. Las personas con este padecimiento son irracionales e implacables en su búsqueda por bajar de peso. No importa cuánto peso pierden y cuánto se ve comprometida su salud, quieren seguir perdiendo peso.
La anorexia puede causar serias complicaciones de salud a largo plazo, incluyendo:
- Insuficiencia cardiaca congestiva.
- Muerte súbita.
- Retraso en el crecimiento.
- Problemas dentales.
- Estreñimiento.
- Ruptura de estómago.
- Hinchazón de las glándulas salivales.
- Anemia.
- Anormalidades de la sangre.
- Pérdida de la función renal.
- Desequilibrios electrolíticos.
- Osteoporosis.
Tipos de anoréxicos
Hay dos tipos principales.
- Los anoréxicos restrictivos controlan su peso mediante la rigurosa limitación de la cantidad de calorías que comen o por el ayuno. Pueden ejercitar en exceso o abusar de drogas o remedios a base de hierbas que dicen aumentar la velocidad a la cual el cuerpo quema calorías.
- Los anoréxicos de tipo purga comen y luego se deshacen de las calorías y el peso por vómitos auto inducidos, por uso de laxantes en exceso y el abuso de diuréticos o enemas.
¿Quiénes sufren de anorexia?
Alrededor del 95% de los anoréxicos son mujeres. Se estima que una de cada 100 a 200 mujeres adolescentes cumple con los criterios planteados en la cuarta edición del Manual de Diagnóstico y Estadística de Trastornos Mentales (DSM-IV-TR). Sin embargo, se ha sugerido que hasta un 5% de las adolescentes muestran algunas características del trastorno, pero no cumplen con los criterios de los diagnósticos. La tasa entre los hombres es de aproximadamente 0,1%.
Alrededor del 85% de los anoréxicos desarrolla el trastorno entre los 13 y 18 años, hay un segundo pico de personas que se convierten en sus 40 años. Originalmente se pensaba que era principalmente un trastorno de gente blanca, de niñas de clase media alta, pero ahora se sabe que se encuentra en todas las etnias y grupos socioeconómicos. El trastorno, sin embargo, no se distribuye de manera uniforme entre los pasatiempos u ocupaciones. Las mujeres que participan en la gimnasia, patinaje artístico, danza (especialmente ballet), animadoras, actuación y modelaje tienen una tasa mucho más alta que la población general. Los hombres que participan en la lucha libre, gimnasia, esquí de fondo en marcha, y el modelado tienen mayores índices. El trastorno se diagnostica con más frecuencia en los hombres homosexuales que en los heterosexuales.
Causas y síntomas de la anorexia
Este es un trastorno que resulta de la interacción de factores culturales y biológicos. Investigaciones sugieren que algunas personas tienen una predisposición y que algo desencadena el comportamiento, que luego se convierte en auto-refuerzo. Los factores hereditarios, biológicos, psicológicos y sociales todos parecen jugar un papel.
Aunque la causa exacta de este trastorno no se conoce, se ha ligado a lo siguiente:
Herencia genética
Estudios en gemelos muestran que si un gemelo tiene anorexia nerviosa, el otro tiene una mayor probabilidad de desarrollar el trastorno. Tener un pariente cercano, por lo general una madre o una hermana, también aumenta la probabilidad de que otros (generalmente mujeres) miembros de la familia desarrollen el trastorno. Sin embargo, en comparación con muchas otras enfermedades, el componente hereditario parece ser bastante pequeño.
Factores biológicos
Hay algunas pruebas de que este trastorno está vinculado a la actividad anormal del neurotransmisor en la parte del cerebro que controla el placer y el apetito. Los neurotransmisores también están implicados en otros trastornos mentales como la depresión. La investigación en esta área es relativamente nueva y los resultados no son claros. Las personas con anorexia tienden a sentirse llenos más rápido que los demás. Algunos investigadores creen que esto está relacionado con el hecho de que el estómago esas personas se tiende a vaciar más lentamente de lo normal; otros piensan que puede estar relacionado con el mecanismo de control del apetito del cerebro.
Factores psicológicos
Ciertos tipos de personalidad parecen ser más vulnerables a desarrollar la enfermedad. Los anoréxicos tienden a ser perfeccionistas que tienen expectativas poco realistas acerca de cómo “deberían” lucir y comportarse. Ellos tienden a tener un modo blanco o negro, correcto o incorrecto, de todo o nada de ver las situaciones. Muchos carecen de un fuerte sentido de identidad y en su lugar toman su identidad basándose en agradar a los demás. Prácticamente todos tienen baja autoestima. Muchos experimentan desórdenes de ansiedad y depresión, aunque los investigadores no saben si esto es una causa o consecuencia del trastorno alimentario.
Factores sociales
Los anoréxicos son más propensos a venir de familias sobreprotectoras o familias desordenadas donde hay una gran cantidad de conflictos e inconsistencia. De cualquier manera, sienten la necesidad de tener control sobre algo y ese algo se convierte en el peso corporal. La familia suele tener altas expectativas, a veces poco realistas, y rígidas. A menudo, algo estresante o perturbador desencadena el inicio de estas conductas. Esto puede ser tan simple como que un miembro de la familia se burle sobre el peso de la persona, insistiendo en que coma comida chatarra, comentando cómo queda la ropa, o la comparación de la persona desfavorablemente con alguien que es delgado. Acontecimientos de la vida, tales como mudarse, iniciar en una nueva escuela, la ruptura con un novio, o incluso el entrar en la pubertad y sentirse incómodo con su cuerpo cambiante pueden desencadenar comportamientos anoréxicos. La superposición de la situación de la familia es el implacable mensaje de los medios sobre que ser delgado es bueno y la grasa es mala; las personas delgadas tienen éxito, glamour, y felicidad, los gordos son estúpidos, perezosos y fracasados.
Anoréxicos masculinos
Aunque la anorexia nerviosa todavía se considera un trastorno que afecta en gran medida a las mujeres, su incidencia en la población masculina va en aumento. Menos se sabe sobre las causas en los hombres, pero algunos factores de riesgo son los mismos que para las mujeres. Estos incluyen ciertos objetivos ocupacionales (por ejemplo, los jinetes) y los medios de comunicación haciendo cada vez más énfasis en la apariencia externa en los hombres. Por otra parte, los hombres homosexuales se encuentran bajo presión para cumplir con el peso ideal que es de unos 10 kilos menos que el peso estándar “atractivo” para los varones heterosexuales.
Síntomas de la anorexia
Reconocer su desarrollo puede ser difícil, especialmente en una sociedad que valora y glorifica la delgadez. Hacer dieta es a menudo el detonante que inicia a una persona en el camino a esta enfermedad. Una persona puede comenzar por saltarse comidas o tomar solo pequeñas porciones, siempre tiene una excusa de por qué no quiere comer, ya sea que no siente hambre, que se siente mal, que acababa de comer con otra persona, o que no le gustaba la comida servida. También comienza a leer las etiquetas de alimentos y sabe exactamente cuántas calorías y la cantidad de grasa que se encuentra en todo lo que come. Muchos prácticamente eliminan la grasa y el azúcar de su dieta y parecen vivir de refrescos de dieta y lechuga. Algunos anoréxicos futuros comienzan a ejercitar compulsivamente para quemar calorías extra. Con el tiempo estas prácticas tienen consecuencias graves para la salud. En algún punto, la línea entre el problema alimentario y un trastorno de la alimentación se cruza.
¿Cómo saber si mi hija padece anorexia?
Uno de los problemas más difíciles que amenazan a las adolescentes hoy en día, es el de los trastornos alimenticios. Desafortunadamente, cada día es más común encontrar a jóvenes que caen en comportamientos de alimentación muy peligrosos para su salud. La anorexia es una de las enfermedades más frecuentes entre quienes se obsesionan con su peso y afecta mayoritariamente a las chicas en su adolescencia. Si tú tienes una hija que se encuentre atravesando por dicha etapa y has empezado a notar una preocupación excesiva por su parte para adelgazar, debes poner mucha atención a las siguientes señales. Ella podría estar sufriendo en silencio a causa de este trastorno.
- Evade completamente las grasas y los carbohidratos. Este síntoma es muy notorio si todo el tiempo se niega a comer alimentos que contengan estos elementos. Y no hablamos solo de comida chatarra, puesto que una alimentación balanceada de hecho, contiene hidratos de carbono y grasas buenas.
- Se pesa constantemente a lo largo del día. Usar la báscula para comprobar si ha perdido o ganado kilos, es un hábito que se convierte en indispensable y puede repetirse más de dos o tres veces diarias.
- Presenta irregularidades en su ciclo menstrual. La amenorrea, que es conocida como la ausencia de la menstruación, se encuentra entre las señales más características de este trastorno, debido a cambios abruptos en el organismo.
- Usa laxantes y diúreticos para bajar de peso. El consumo de dichos medicamentos es una medida muy popular entre las jóvenes que sueñan con perder peso. Su uso a menudo se vuelve excesivo entre ellas.
- Su peso cambia constantemente. El adelgazar demasiado repentinamente es algo que le ocurre con frecuencia a quienes han caído en la anorexia. Perder tanto peso rápidamente es muy peligroso para el cuerpo.
- Se siente y se ve gorda, a pesar de ser bastante delgada. No tiene una percepción realista de su cuerpo.
Los anoréxicos pasan mucho tiempo mirándose en el espejo, obsesionados con el tamaño de la ropa, y dialogando internamente de manera negativa sobre sus cuerpos. Algunos son reservados con el comer y evitan hacerlo en frente de otras personas. Pueden desarrollar extraños hábitos alimenticios, tales como masticar sus alimentos y luego escupirlos, o pueden tener ideas rígidas acerca de los alimentos “buenos” y “malos”. Frecuentemente mentirán sobre sus hábitos alimenticios y su peso a los amigos, familiares y proveedores de atención médica.
Es importante estar pendiente de las señales que indican la presencia de este trastorno para darle un tratamiento oportuno y adecuado.