La lactancia materna sin duda es una etapa importante, en la que no solo se trata de alimentar a los bebés. También es un acto que refuerza enormemente el vínculo que existe entre una madre y su hijo. Por eso es tan importante que sepas como puedes hacerlo correctamente y que evites algunos errores en los que, sin quererlo, podrías estar cayendo haciendo que la acción sea mucho más incómoda.
Tips para una lactancia exitosa
- No te dejes llevar por el mal humor u otras emociones negativas. Es normal que muchas madres se sientan estresadas o preocupadas a la hora de amamantar si no lo han hecho antes. Pero los bebés son muy sensibles a todas las emociones de sus madres, por lo cual es importante transmitirles amor y confianza, para que la hora de la comida transcurra con normalidad.
- Sostén a tu pequeño de la forma correcta. Recuerda que su boca debe estar perfectamente abierta, para que pueda tener total acceso al pezón. De lo contrario podría lastimarte o quedarse con hambre. Hay muchas posiciones para amamantar y tú puedes buscar aquella con la cual te sientas más cómoda, en tanto no olvides lo anterior.
- No te guíes por horarios. Los bebés en estado de lactancia son impredecibles y tienen hambre a horas muy diferentes. No puedes acomodar los horarios a tu conveniencia cuando se trata de darle de comer a tu pequeño, por lo que tendrás que amamantarlo siempre que él lo necesite, no importa lo tarde o lo temprano que sea.
- Olvídate de las prisas con el biberón. Ofrecersélo a tu bebé demasiado pronto puede ser una equivocación, si aún no está listo del todo para dejar la lactancia. Cada niño tiene sus propios tiempos y es por eso que debes prestar atención al desarrollo de tus propios hijos. Aquí no hay comparación que valga, si ves que otros han empezado antes con el biberón.
Problemas más comunes al amamantar
- El bebé se niega a tomar pecho. Se conoce también como «huelga de lactancia» y puede llegar a alarmar a muchas mujeres. Esta no es más que la manera de los pequeños de decir que algo anda mal, ya sea con la forma en que son sostenidos, su propio estado de ánimo o el de la madre. Lo mejor es insistir en ofrecerles el pecho hasta que se sientan cómodos; mejor cuando se están quedando dormidos.
- Demasiada leche. El exceso de leche materna es otra situación que no debe preocuparte. Puedes utilizar un extractor para almacenarla y colocar un paño frío en tus senos, si los sientes demasiado hinchados tras amamantar.
- Los conductos del seno están obstruidos. Suele pasar cuando la leche no se ha drenado de manera adecuada. Prueba amamantando con el seno obstruido luego de un par de horas y date un masaje circular para evitar la inflamación y estimular la salida de la leche.
- Dolor de pezones. Es normal, sobre todo cuando das el pecho por primera vez. Revisa bien la posición de tu bebé para asegurarte de que sea la correcta y si la molestia persiste, usa almohadillas de lactancia o coloca unas gotas de tu propia leche materna en torno a los pezones.
- Hay una infección en los senos. Generalmente es conocida como sobre todomastitis y se puede tratar fácilmente bajo supervisión médica. Debes descansar y relajarte, pues el estrés es un factor que la desencadena.
La lactancia es una etapa esencial para cualquier madre con su bebé, ya que va mucho más allá del simple hecho de alimentar a los más pequeños. Existe en ella un vínculo muy importante que ayuda a ambos a sentirse más cerca del otro. Sin embargo, esto no quiere decir que esté totalmente exenta de inconvenientes. Hoy te hemos mencionado los más usuales junto con su solución. ¿Te has visto afectada por alguno de ellos?