Dar de comer a la familia es una preocupación para toda buena madre y esposa, aunque con los tiempos que corren, se entiende que a veces puede resultar difícil. La falta de tiempo o no saber bien que ingredientes pueden ser los más aptos para una dieta balanceada, podrían provocar que te sientas un poco perdida respecto a como deberías planificar tus comidas en casa. Por eso no te pierdas los consejos que te damos en esta ocasión y que te ayudarán a que el menú de cada día, sea delicioso y nutritivo.
- Dale siempre prioridad a la comida casera. No está bien que la familia coma a menudo comida rápida o alimentos instantáneos. Date un tiempo para meterte a la cocina y hacer algo rico, o bien, organiza turnos entre cada miembro de la familia para que se ocupen de esa responsabilidad si tú no puedes hacerlo todos los días.
- Mantén al mínimo la carne roja. Intenta variar con otras opciones como la carne blanca y el pescado, o las legumbres y las semillas. No es necesario comer carne a diario y de hecho, es mucho mejor para la salud que la consuman con moderación. Probar otras cosas le hará mucho bien a tu familia.
- Siempre incluye frutas y/o verduras. Que nunca falte ensalada en la mesa o un trozo de fruta para el postre. Son bajos en calorías y muy sanos, por no mencionar que mantendrán a raya enfermedades como la diabetes o la obesidad. Además no tienes que cocinarlos y son un gran acompañamiento para cualquier comida.
- Consume agua de sabores y no refrescos. Muchas familias acostumbran beber refresco junto con las comidas, pero es más perjudicial de lo que te imaginas para salud. En lugar de ello prueba con las aguas saborizadas o incluso con las infusiones, como el té helado, que son ideales.
