Si muchas veces ya es difícil para una persona adaptarse a la cultura de una empresa creada y gestionada por sus compatriotas, se dificulta aún más el alinear a los valores y códigos de comportamiento de una empresa extranjera.
Esto se debe a las diferencias entre las nacionalidades, se convierten en especialmente delicadas cuando se trata de trabajo. Es fácil distinguir la diferencia cultural empresarial hasta en un simple viaje de placer a otro país.
Las peculiaridades aparecen con claridad en el estilo de gestión de cada compañía. De forma general, las multinacionales asiáticas, como las coreanas, suelen ser muy rígidas y exigir dedicación sin límites del trabajador. Las americanas, por otro lado, pueden ser muy centralizadoras y dar poca autonomía a las filiales, mientras que las europeas toman las decisiones más lentamente, después de largas discusiones en varios comités.
El choque cultural se manifiesta también en los detalles del día a día. Del lenguaje utilizado en las reuniones de etiqueta en los almuerzos de negocios, las diferencias pueden causar malentendidos y hasta conflictos. Si el ejecutivo español no busca una alineación mínima a la cultura vigente, sus posibilidades de crecimiento y hasta de supervivencia en la empresa extranjera pueden verse perjudicadas.
Pero como entender los códigos de comportamiento de la empresa extranjera y, lo más importante, ¿incorporarlos a tu rutina de trabajo?
El primer paso es observar la cara que la empresa muestra para el mundo exterior. Es lo que se hace en el diagnóstico de la cultura de cualquier organización, incluso si es española: la lectura de la declaración de valores, misión y visión. A pesar de que en el pasado esto era una mera formalidad, hoy es un asunto serio en las empresas y dice mucho acerca de su posicionamiento.
Para esta evaluación más superficial, vale analizar el portafolio de productos o servicios de la compañía, así como sus apariciones en los medios de comunicación y en las redes sociales. Observe como ella se dirige a la prensa y cuál es su “tono de voz” en las interacciones con el público en general en internet.
A continuación, es preciso partir para un estudio más sofisticado de la cultura organizacional. Si usted acaba de ser contratado, utilice los 100 primeros días para hablar poco y escuchar mucho. No dejes escapar nada: la forma como los extranjeros se dirigen a los superiores a su postura corporal en almuerzos, cafés y momentos de relax.
Consejos para adaptarte a la cultura de una empresa extranjera
Independientemente de su tiempo en la casa, es natural tener dificultades para adaptarse a la cultura ajena. Echa un vistazo a los siguientes consejos para sentirse más a gusto:
1.- Estudie la lengua de los fundadores de la empresa, sea la que sea
Hace toda la diferencia estudiar la lengua de los fundadores — a pesar de que sea tan inusual como el polaco o el armenio, o que el inglés es utilizado como “idioma universal” para la comunicación interna.
Hablar por lo menos lo básico de la lengua abrirá puertas: será posible establecer diálogos más amigables con ellos, además de hacerlos sentir a gusto en su presencia. Además, el idioma de un pueblo es una ventana privilegiada para su cultura. Expresiones coloquiales que se manejan, refranes y hasta las características de la gramática pueden traer percepciones sorprendentes acerca de la forma de pensar del extranjero.
2.- Sumérgete en la cultura popular del país (truco: mire la TV)
Cine, literatura, música y artes visuales dicen mucho sobre el espíritu de una nación. Pero hay una fuente de la cual es obligatorio beber si realmente quieres entender el comportamiento de las personas en la vida cotidiana: la cultura pop.
Los informativos, los programas de televisión, la televisión es una fuente excelente para las observaciones en este sentido. Es una buena forma de descubrir lo que ellos piensan, analizar lo divertido, triste, absurdo y hermoso. También vale la pena prestar atención a los comerciales de TV para conocer como las empresas de ese país se dirigen a sus consumidores y clientes. Este tipo de introspección contribuirá directamente a tu trabajo en la multinacional.
3. Descubre quiénes son los ídolos de ellos
Otro consejo interesante es investigar cuáles son las celebridades más adoradas en el país de origen de la empresa. ¿Quiénes son las personalidades más populares de los deportes, la política y el entretenimiento? ¿Cuáles son sus características más destacadas? ¿Por qué son tan queridas?
Las respuestas a estas preguntas pueden decir mucho acerca de los valores y las creencias de aquel país. En Corea del Sur, por ejemplo, los mejores profesores ganan sueldos millonarios y son vistos como “popstars”, lo que refleja directamente la importancia de la educación para los coreanos.
4.- Si es posible, visite el país en cuestión
Usted trabaja en una empresa extranjera, ¿pero está radicado en España? Si puede, haga por lo menos un viaje a la tierra natal de los fundadores. La experiencia sobre el terreno permite una inmersión privilegiada en la cultura del país. Aproveche la visita para conocer la matriz, y así sentir el clima de las oficinas.
Si el viaje no es posible inmediatamente, es buena hacer un paseo virtual en herramientas como el Google Street View, no es la misma, pero tiene su valor. Preste atención a las calles, a los monumentos y a los detalles de la ciudad. La arquitectura y la organización del espacio urbano dan importantes pistas sobre la mentalidad de los locales.
5.- Sea humilde
No hay nada de sorprendente o censurable en no conocer de antemano los códigos de comportamiento de otro país. Cuando no entienda algo o no sabe cómo actuar en una determinada situación, simplemente pregunte a un compañero o jefe.
La humildad también es fundamental para reconocer las diferencias culturales como algo rico y fascinante y no como motivo para sentirse superior o inferior ante el extranjero. Estar listo para aceptar que una actitud que parece natural para usted tal vez sea muy ofensivo para el otro, y viceversa. Olvídate de los estereotipos acerca de cada nacionalidad y ábrete a conocer y a respetar otro modo de ser.