Hoy en día, la tecnología se ha vuelto tan importante que ya no debe extrañarnos ver a niños pequeños con celular. De hecho, generalmente también es una necesidad que ellos cuenten con el suyo para cualquier emergencia. No obstante, muchos padres se preguntan, ¿y cuál es la edad adecuada para saber que le puedo dar un iphone 12 a mi hijo? Pues bien, mejor checa lo que los especialistas dicen sobre el tema.
Lo más común es que se les brinde un celular a los niños alrededor de los doce años. Puede que incluso antes, a los diez o nueve años, cuando ya tengan la madurez suficiente y responsabilidad como para cuidar de uno. Sin embargo, es bien probable que los chicos empiecen a pedir uno antes de tiempo por simple moda e incluso por la presión de ver a sus amigos.
Recordemos que ellos ansían un móvil no por las llamadas de emergencia, sino por todo lo que pueden hacer con él, como navegar en Internet, escuchar música y hablar con otros niños.
La verdad es que el asunto del teléfono con ellos no es tan sencillo, pues hay varios riesgos a los que se exponen al contar con un teléfono sin la madurez adecuada para manejarlo. Uno de ellos es el de subir cosas inadecuadas a Internet, (en donde nada puede borrarse), que pueden atraer la atención de personas equivocadas.
Es por ello que, en realidad, no hay una edad específica para brindarle esta responsabilidad a un niño, pues todo depende de la madurez emocional y mental de cada uno.
¿Cuáles son las consecuencias de darle un teléfono móvil a un niño menor de 4 años?
Darle un teléfono móvil a un niño menor de 4 años tiene consecuencias aún mayores, tanto en su desarrollo físico como en su bienestar emocional y social. Algunas de las principales son:
Retraso en el desarrollo del lenguaje y habilidades sociales
- El uso excesivo del móvil puede limitar la interacción con otras personas, lo que es clave para el desarrollo del lenguaje y las habilidades sociales.
- En lugar de aprender a comunicarse con adultos y otros niños, el niño puede volverse más dependiente de los estímulos visuales y sonoros del dispositivo.
Problemas en el desarrollo cognitivo
- A esta edad, el cerebro del niño está en una etapa de desarrollo acelerado. El tiempo frente a pantallas puede reemplazar experiencias sensoriales esenciales (jugar con objetos físicos, explorar el entorno, interactuar con personas).
- La exposición pasiva a videos o juegos no es tan beneficiosa como el juego activo en el desarrollo de habilidades cognitivas y de resolución de problemas.
Trastornos del sueño
- La luz azul de las pantallas puede afectar la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.
- Niños expuestos a pantallas antes de dormir pueden tener dificultades para conciliar el sueño o despertarse con frecuencia durante la noche.
Problemas emocionales y de conducta
- Un uso constante puede desarrollar menor tolerancia a la frustración.
- Puede volverse irritable o dependiente del dispositivo, lo que puede generar berrinches cuando se le restringe su uso.
- También hay estudios que sugieren una relación con síntomas de ansiedad y déficit de atención.
Afectación de la motricidad fina y gruesa
- Puede reducir el tiempo dedicado a actividades físicas esenciales para el desarrollo de la coordinación y el control motor.
- Puede limitar el desarrollo de la motricidad fina, ya que el niño interactúa con la pantalla de manera limitada en comparación con actividades como dibujar, construir o manipular objetos.
Posible adicción a la tecnología
- Aunque parezca temprano, algunos estudios indican que la exposición temprana y excesiva a pantallas puede generar dependencia.
- El niño puede perder interés en actividades sin pantallas, dificultando su capacidad para entretenerse con juegos tradicionales o explorar su entorno.
Recomendaciones finales
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Academia Americana de Pediatría recomiendan evitar el uso de pantallas en niños menores de 2 años y limitarlo a un máximo de 1 hora al día en niños de 2 a 4 años, siempre bajo supervisión y con contenido de calidad.
Es preferible que los niños pequeños interactúen con el mundo real, jueguen al aire libre, exploren y socialicen con otras personas.
¿Sigues preguntándote si tu hijo está listo? Piensa seriamente en los pros y contras que podría tener el que cuente con su propio teléfono. Si los contras son más que las ventajas, quizá todavía tenga que esperar un poco más. Otra alternativa es permitirles usar el celular solo en situaciones necesarias, quedando mientras tanto el celular bajo tu custodia. No olvides mantener monitoreado su celular para asegurarte que este no está siendo utilizado de manera peligrosa.