El embarazo puede ser una etapa difícil, a pesar de lo hermosos que es esperar a un bebé. Toda madre sabe que no será precisamente cómodo, sin embargo, a veces surgen algunas molestias que les pueden sorprender con la baja guardia y hacerlas preocuparse más de lo debido. Y es que nunca se sabe si alguna reacción del cuerpo le va a hacer daño al bebé o no. Sobre todo si son primerizas. En tanto no sientas nada fuera de lo que vamos a nombrar a continuación, lo cierto es que no deberías inquietarte.
Molestias comunes en el embarazo
- Fatiga. El cansancio extremo es otra consecuencia de que tu cuerpo se esté adaptando para darle vida a otro, y bastante común en el primer trimestre. Pasará tan pronto como te hayas acostumbrado a tu nueva condición, no significa que estés enferma.
- Vómitos y náuseas. A veces son temporales, otras pueden durar durante todo el embarazo. De cualquier forma no son anormales y es muy probable que los sientas más en las mañanas. Trata de descansar todo lo que puedas para que te afecten lo menos posible.
- Varices. Son una de las consecuencias más odiadas pero prácticamente inevitables, y se dan sobre todo en las piernas y en la vagina. Se deben al aumento del volumen y la presión de la sangre. También son temporales, pero puedes alzar tus piernas para estimular la circulación.
- Indigestión y acidez. Se han vuelto muy comunes desde que las embarazadas comen igual, sin percatarse de que ahora los intestinos hacen más presión sobre el estómago. Por eso es importante que aprendas a hacer comidas pequeñas.
- Hemorroides. Igualmente, aparecen por el incremento de la presión sanguínea, aunque pueden ser mucho más molestas que todo lo anterior. Es necesario que consultes a tu médico para que te brinde un tratamiento adecuado en contra de ellas.