El bullying se ha convertido en un problema que se presenta con más frecuencia no solo en las escuelas, sino fuera de ellas y hasta en Internet. Los niños y adolescentes son quienes se ven más afectados por este fenómeno, que erróneamente muchos adultos consideran inofensivo, pero que puede acarrear fatales consecuencias. Es muy complejo ponernos a reflexionar sobre las causas que lo producen, pero lo que sí podemos hacer, es prevenir a nuestros hijos contra este tipo de ataques y una de las mejores armas que podemos brindarles, es una alta autoestima.
Relación entre la autoestima y el bullying
Los agresores o bullies escogen siempre a víctimas vulnerables, a las que saben que pueden quebrantar con facilidad. Los niños tímidos, que no se defienden y tienen una imagen pobre de si mismos, son blancos ideales para este tipo de victimarios.
Cuando un chico no se siente querido y valorado en su hogar, y no aprende a darse su lugar por medio de sus padres, es imposible que lo haga en la escuela. En cambio si se le enseña a ser asertivo y a tener confianza en si mismo, difícilmente se sentirá herido por bromas o comentarios hirientes, y tampoco se sentirá presionado por las amenazas.
Y es que los chicos que practican bullying no le encuentran sentido a meterse con alguien a quien no pueden humillar con facilidad.
¿Cómo aumentar la autoestima de los niños?
- Hacer que acepten sus errores con naturalidad. Como padres, debemos hacerles entender que nadie es perfecto y no exigirles más de lo que pueden dar. Enseñarles que si se equivocan, pueden intentarlo de nuevo.
- Reforzar sus talentos y pasatiempos. Sirve mucho hacer que se sientan útiles y que puedan practicar aquello que más les apasiona; y no lo que nos gustaría que les apasionara.
- Pasar tiempo con ellos. La convivencia les ayuda a ser más sociables.