El vintage más que una tendencia, es un estilo de vida que llegó para apoderarse de muchos ámbitos cotidianos, como la vestimenta, la música y hasta la decoración. En esta última resulta especialmente ventajosa, puesto que su particularidad de mezclar lo antigüo con lo moderno, nos puede brindar muchas posibilidades para ambientar un espacio de manera económica y agradable. Por supuesto que uno de los lugares primordiales en el hogar es la habitación propia y si estás buscando renovarla, entonces no te puedes perder los consejos que te brindamos a continuación, para lograr que encaje con este peculiar estilo.
- Opta por muebles sencillos y con acabados que se alejen de lo nuevo. Un armario, una cama o una cómoda reciclados, puedes resultar perfectos para complementar tu dormitorio pese a ser viejos. No olvides que una capa de pintura siempre es capaz de darles nueva vida. Además los puedes conseguir muy baratos en varios mercados de pulgas o ventas de garage.
- Elige tonalidades pasteles. El blanco, el pistache, el turquesa, el lavanda o el rosa palo, son una paleta perfecta para expresar el vintage al máximo. A la par puedes introducir decoraciones sutiles como el encaje o el estampado de flores, mediante las cortinas, la ropa de cama o cualquier adorno que vayas a utilizar dentro de la habitación.
- Selecciona adornos eclécticos e interesantes. Estos pueden parecer o ser antigüos para crear contraste con tus objetos más modernos, como la televisión o tu móvil. Es muy fácil encontrar cosas que tengan este aspecto; una caja musical, un reloj despertador de manecillas, una lámpara, una maleta usada o ¡hasta libros con cubiertas gruesas!
No te esfuerces demasiado y deja que una decoración simple pero significativa, sea la que se encargue de darle vida a tu dormitorio. No olvides que además de poner atención en los detalles, tampoco se trata de sobrecargarlos.