Aprender un nuevo idioma siempre es un recurso que te va a ser útil en el futuro, pero es comprensible que mientras lo estudias no se te pueda dar tan fácil. Y es que a veces nos llenamos de tanta información por los libros y los maestros, que nos olvidamos de disfrutarlo y simplemente se convierte en una monótona obligación. Hoy compartimos 4 claves que deberías tomar en cuenta para ir más allá de un salón de clases y comenzar a hablar otra lengua de manera fluida.
- Sumérgete por completo en el idioma. No basta con que tomes clases; mira películas, escucha música, habla con gente nativa cada día y poco a poco irás dominándolo. El aprendizaje no se limita solamente a repasar y hacer bien las lecciones que se muestran en tu libro didáctico. Tienes que comenzar a vivirlo como parte de tu vida cotidiana.
- Dedícale al menos un par de horas cada día. La constancia es otro factor importante que te tienes que formar como hábito. Si de verdad esperas hablar una lengua distinta como lo haces con el español, no basta con que vayas dos o tres veces a la semana a clases. Ni siquiera con unos minutos diarios.
- Apóyate en alguien que también quiera aprender el idioma. Contar con un compañero puede ser una gran motivación, sobretodo si se ayudan entre ustedes. Ahora, si cuentas con un grupo entero de personas que compartan tu interés, por muy pequeño que sea, la cosa se pone mucho mejor.
- Haz que el idioma sea útil en cada momento. No esperes para poner en práctica lo que has aprendido. Busca formas de incluir la lengua en situaciones de la vida cotidiana, como pedir un favor o preguntar una dirección. Puedes practicar con alguien que sea de confianza. Si eres constante verás buenos resultados.
